30.000 jóvenes aspiran al tricornio de charol
Las ciudades de Úbeda y Baeza, escenario de las pruebas de ingreso en la Guardia Civil
Los nervios no cabían dentro del atlético cuerpo de Juan, uno de los 30.000 aspirantes a guardia civil, que ayer esperaba a las afueras de Baeza (Jaén) para realizar el examen que determinara si es uno de los 1.367 elegidos para estudiar el próximo curso en las academias del instituto armado.Las pruebas de selección se celebrarán hasta el próximo sábado en Úbeda (30.000 habitantes) y Baeza (15.000 habitantes). Esta semana, cerca de 90.000 personas pasearán por las calles renacentistas de estas ciudades mientras esperan a conocer la nota de los aspirantes.
Los ayuntamientos han establecido dispositivos especiales para atender a todos los que llegan. Los que se van a examinar suelen acudir acompañados al menos por una persona, lo que supone casi triplicar la población de estas ciudades durante cinco días. El alcalde de Baeza, el socialista Eusebio Ortega, ha trasladado 200 colchonetas desde Huelva para instalarlas en el pabellón de deportes y poder ofrecer un lugar de descanso a los que no pueden pagarse la, habitación del hotel.
"La gente quiere trabajar y se presenta a todas las plazas que salen, sean de lo que sean. Por eso, para poco más de 1.000 puestos que hay en las academias se presentan más de 30.000 chicos y chicas", decía ayer Ortega.
Poco les importa a los que buscan una plaza la imagen que puede tener la Guardia Civil, con Roldán en la cárcel. Luis llegó desde La Coruña asegurando que unos pocos no pueden enturbiar el trabajo de mi les de personas. "Lo único que me da un poco reparo es pensar que si apruebo me pueden mandar al País Vasco, porque eso es jugarse la vida, mientras que lo de Roldán es un caso que está ya en los tribunales", comenta.
Francisco es guardia civil y ha acompañado a su hijo Javier a las pruebas de selección. Él ya sabe lo que se pasa para entrar en el cuerpo, aunque las pruebas hayan cambiado. Lo que sí le dice Francisco a su hijo es que la Guardia Civil ya no es lo que era porque todo se ha profesionalizado más.
Quienes aspiran a poder calzarse el tricornio de charol de la Guardia Civil son un auténtico negocio en Úbeda y Baeza. El año pasado se realizaron las pruebas por primera vez en estas localidades y la experiencia demostró que fueron muchos los que buscaron aprovecharse de la situación cobrando precios desorbitados por una habitación o una comida.
El Ayuntamiento ha emitido bandos pidiendo a los vecinos que sean acogedores con los visitantes y se ha entrevistado con comerciantes para evitar abusos. "Los precios tienen que estar a la vista del consumidor y se han habilitado oficinas de atención al consumidor", explicó el alcalde de Baeza.
Los padres de un aspirante a guardia civil han pagado 17.000 pesetas por las tres camas que han utilizado para dormir una noche en un hotel de tres estrellas, precio que consideran excesivo. Las camas en casas particulares se están cobrando hasta 4.000 pesetas por noche.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.