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El Gobierno se reserva la autorización final de las condiciones para financiar la deuda nuclear

Jesús Mota

La financiación de la deuda nuclear abre un nuevo debate entre el Gobierno y las compañías eléctricas. Mediante decreto, Industria se reserva el derecho de autorizar las condiciones de concesión a terceros y colocación de la deuda nuclear, producida por el parón definitivo de tres -centrales nucleares, y que asciende a 729.000 millones. La decisión se centrará en la remuneración que podrán percibir bancos y cajas por asumir la financiación de esta deuda y liberar así los balances de las compañías eléctricas. La remuneración máxima admitida por la ley es el interbancario más el 0,5%.

La Secretaría General de la Energía no admitirá una financiación cara de la deuda nuclear. Para evitar que la remuneración de dicha deuda, que suma 729.000 millones de pesetas, sea demasiado costosa ha elaborado un Decreto que desarrolla la disposición adicional octava de la Ley de Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional (LOSEN). Este decreto establece "la exigencia de autorización adminístrativa para las condiciones de la ce sión realizada por los titulares de los proyectos que conlleve modificación del tipo de interés al cual debe actualizarse el importe de la deuda [nuclear] reconocida". La deuda nuclear reconocida es la cantidad que debe pagarse a las empresas eléctricas por el parón nuclear. Para pagarla se destina el 3,54% de la tarifa eléctrica. Corresponde a la moratoria de tres grandes nucleares: Valdecaballeros (340.054 millones de pesetas); Lemóniz (378.238 millones) y Trillo II (11.1) 17 millones). La LOSEN establece que esta deuda, que figura en los balances de las empresas, debe ser amortizada antes del 31 de mar zo del 2020. Además, tiene una remuneración reconocida, por ser ajena a la decisión de las empresas: "El tipo medio en el Mercado de Depósitos Interbancarios para depósitos no transferibles a tres meses publicados por el Boletín de la central de anotaciones del Banco de España, más un diferencial de 0,30%". Es de cir, en las condiciones actuales sería un 10% aproximadamente más un diferencial de 0,30, el 10,30% en total.

Ahora bien, la deuda que se contabiliza en el balance del sector eléctrico puede ser financiada por bancos o cajas, a través de varios sistemas. En ese caso, la entidad o conjunto de entidades financieras recibirían la cesión de la deuda (más los ingresos destinados a amortizarla, que son el 3,54% de la tarifa eléctrica) más un beneficio o remuneración, de forma que las compañías eléctricas ya no tendrían esa, deuda tan pesada en los balances y los bancos podrían emitir títulos sobre esta deuda según el, ritmo de amortización fijado por tria y, además, obtendrían beneficio. El decreto fija los límites de ese beneficio. La deuda, mientras esté en los balances de las empresas, se remunera, como hemos visto, con un tipo de interés de referencia más 0,30 %; en caso de cesión, Industria fija en el decreto que la remuneración no podrá ser superior a dicho tipo más 0,50 puntos.

Fuentes autorizadas explica ron a EL PAÍS que en el momento actual el departamento, teniendo en cuenta la situación financiera general, "no autorizaría un diferencial tan elevado como el 0,5%". La propuesta de financiación que presenten las eléctricas con el banco, caja o pool correspondiente debería estar "en tomo al coste actual, es decir, un diferencial de 0,30%".

El Decreto que desarrolla la disposición octava de la LOSEN pretende fijar las condiciones financieras de la deuda (a cuanto asciende, quienes son sus titulares), los beneficios máximos por su financiación (diferencial y tipos de referencia) y, por supuesto, garantizar que la deuda será amortizada a través de la tarifa eléctrica según unas cantidades y plazos establecidos. Todo ello para el caso de que las eléctricas negocien la cesión de la deuda nuclear las entidades financieras. En este punto, como se verá, también se plantean problemas.

Las compañías deberán decidir si, en caso de cesión, los derechos de la deuda nuclear se conceden en bloque, para los 729.000 millones, al grupo financiero que gestione la titulización o si, por el contrario, cada empresa busca su propia solución financíera. Iberdrola y el BBV propugnan que las eléctricas entreguen la concesión sea global, a un solo consorcio o grupo financiero, para negociar de forma unida la prima de financiación (el diferencial aludido) con el Gobierno.

Mueve Sevillana

La financiación de la deuda nuclear levanta turbulencias en el sistema financiero. Los primeros movimientos se apreciaron cuando la compañía eléctrica, Sevillana de Electricidad, inició por su cuenta y riesgo las negociaciones con las cajas de ahorro andaluzas para evaluar la concesión de los derechos de su deuda. La decisión de Sevillana provocó rápidamente una respuesta del grupo Iberdrola.

El argumento esgrimido por Iberdrola es que la retribución o prima por la financiación de la deuda debe exprimirse al máximo. Así pues, las eléctricas deberán ponerse de acuerdo en si la cesión de los derechos de la deuda nuclear es individual o global. Si es global, deberán presentar una propuesta con las condiciones de financiación en Industria para su autorización.

Varios bancos están interesados en gestionar la deuda nuclear. El BBV opta a dirigir la operación, por su imbricación en el sistema eléctrico.

El gran negocio del recibo eléctrico

Muy pronto, la Secretaría General de la Energía empezará a debatir con UNESA (Unidad Eléctrica S.A., la patronal del sector eléctrico) el modelo de un nuevo recibo eléctrico, a través del cual conocen los usuarios cuanto tienen que pagar por el consumo de electricidad. Era sabido que Alberto Lafuente y su equipo quieren que en el recibo eléctrico figure lo que paga el cosumidor por la deuda nuclear, por ejemplo, o por la subvención al carbón nacional, que son cantidades muy respetables y poco conocidas, por cierto. Estas cifras figurarán probablemente en el nuevo modelo.Pero al ejercicio de transparencia se quiere ahora unir un esfuerzo de intelegibilidad. Se trata de que el recibo puedan entenderlo (y efectivamente lo consigan) todos los consumidores. La tarea no es tan sencilla como parece. Hay que tener un modelo; y no lo hay para un recibo inteligible. El que más se aproxima es el que remite habitualmente Unión Fenosa, pero por el hecho de que recoge una información muy útil para los consumidores, cual es la estadística del consumo particular.

En la actualidad, los recibos de pago del consumo eléctrico son elaborados por los bancos que los expiden. La fabricación y expendición de los recibos es un negocio importante. Las eléctricas pagan 50 pesetas por cada uno y los cálculos apuntan a que todos los años se distribuyen unos 100 millones de recibos. El volumen total del, negocio es pues, siempre de forma aproximada, de unos 5.000 millones de pesetas.

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