GENTE
NO SE LLEVO EL MAGNETÓFONO
Un ladrón, que sustrajo diversos objetos valiosos y dinero en la casa del sacerdote español, Javier Aryora, de 48 años dejó una grabación pidiendo perdón a Dios y al cura por haber "robado a un santo varón de la Iglesia". El hecho ocurrió en la ciudad chilena de Calama, situada a 1.564 kilómetros al norte de Santiago de Chile. Cuando el sacerdote y la policía revisaban el lugar del robo, el padre Aryora se encontró una cinta magnetofónica que no era de su propiedad. Al reproducirla, el cura escuchó la confesión de un hombre joven que decía: "Por favor, pido perdón por haberle robado a un santo varón de la Iglesia Católica".-
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