400 presos palestinos de una cárcel de Israel abandonan su huelga de hambre

Unos 400 presos palestinos recluidos en una cárcel israelí abandonaron anoche la huelga de hambre que mantenían desde hace 13 días para exigir su puesta en libertad, según informó anoche la televisión estatal israelí. El fin de la protesta, que había sido secundada por 4.000 de los 6.000 presos. palestinos en Israel, no fue confirmado por fuentes palestinas.El ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, se entrevistará hoy en la frontera de Gaza con el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, justo en la fecha en que debía haber entrado en vigor la autonomía para este territorio. En declaraciones a la radio, Peres aseguró que están "trabajando a toda velocidad para limar los puntos aún en disputa". Entre ellos está precisamente la liberación de los prisioneros palestinos, ya que el Gobierno israelí sólo proyecta excarcelar a 3.000 de los 6.000 detenidos.

Por otro lado, nadie esperaba grandes avances de las negociaciones en Washington entre Israel y Siria pero, según el general israelí Amnon Shahak, se ha alcanzado un primer objetivo: "Ahora comprendemos mejor la posición de cada uno". Sin embargo, Shahak añadió que era "imposible discutir los detalles sobre cuestiones de seguridad sin ponerse de acuerdo antes sobre la retirada israelí de los altos del Golán". Y el primer ministro de Israel retrasa por todos los medios una decisión sobre. esta cuestión.

En Washington, los temas abordados durante los tres días de reuniones incluyeron las estaciones de alerta (para evitar ataques sorpresa), la desmilitarización y otras cuestiones de seguridad. Pero no se mencionó la futura frontera entre los dos países, ni las etapas de la eventual retirada israelí del Golán.

Isaac Rabin se ha quejado de su poca libertad para negociar con Siria e intenta dejar en manos de su ministro de Asuntos Exteriores la decisión sobre la soberanía del Golán. La presencia de 140.000 colonos entre un millón de palestinos complica gravemente la situación pero, aunque Rabin ha insistido en que la seguridad de los colonos constituye una carga para las arcas del Estado, sigue sin decretar su retirada.