Partido Popular pide que se investigue "a fondo" asesinato de su dirigente Gregorio Ordóñez

El PP quiere que se investigue "a fondo" el asesinato de su dirigente Gregorio, Ordóz, a la vista de las hipótesis que atribuyen ésta y otras muertes en San Sebastián a supuesta trama formada por miembros de ETA infiltrados en la Policía Municipal donostiarra. De acuerdo con las conjeturas lanzadas estos días, preferentemente desde el PNV, esa trama tendría conexiones con el mundo del narcotráfico y con miembros de la Guardia Civil, que serían en última instancia quienes habrían programado los asesinatos para evitar ser descubiertos. Medios judiciales donostiarras y del Ministerio de Interior subrayaron ayer su escepticismo ante estas informaciones.

El presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, apuntó ayer directamente al cuartel de Intxaurrondo (Guipúzcoa), que dirige el polémico coronel Enrique Rodríguez Galindo. ".En el momento que llegas a las murallas de Intxaurrondo es muy difícil avanzar, [en la investigación]" se quejó el lehendakari. El portavoz parlamentario de su partido, el PNV, Iñaki Anasagasti, completó la ofensiva peneuvista retando al ministro Juan Alberto Belloch a investigar "en profundidad" las supuestas infiltraciones en la Policía Municipal de San Sebastián porque, en su opinión, este caso podría estar vinculado a las denuncias sobre participación de guardias civiles en el narcotráfico."Las acusaciones contra el cuartel de Intxaurrondo son una mezcla de intoxicaciones, desaires y medias verdades", replicó el ministro de Justicia Interior en el Senado. Belloch advirtió que no se debe especular sobre la actitud de las fuerzas de seguridad cuando no hay pruebas ni fundamentos. "No hay ningún dato objetivo que permita pensar en la veracidad de le existencia de topos de ETA en la Policía Municipal", concluyó.

Fuentes de su ministerio negaron, por su parte, que exista una investigación policial específica sobre la presunta infiltración de ETA en la guardia urbana de San Sebastián, si bien matizaron que todas las hipótesis que surgen en tomo a un caso son investigadas en mayor o menor grado, "incluidas aquéllas que resulten bastante extravagantes".

En esta categoría parece haber sido incluida la hipótesis, barajada estos días en distintos medios informativos, de esa red de etarras miembros de la Policía Municipal, narcotraficantes y miembros de la Guardia Civil, que estaría detrás de los atentados al comisario Enrique Nieto, al brigada del Ejército Mariano, de Juan, al sargento municipal Alfonso Morcillo, al propio Gregorio Ordóñez y, con anterioridad, a José Antonio Santamaría y a José Mánuel Olarte.

La mismas fuentes consideran factible que dentro de la plantilla de la Guardia Municipal donóstiarra, compuesta por más de 300 agentes, pueda haber efectivamente colaboradores de. ETA, pero a reglón seguido añaden que lo mismo puede ocurrir en otras policías municipales, en las cajas de ahorro o en cualquier otra empresa del País Vasco. Tras subrayar que dos guardias municipales donostiarras fueron detenidos en su día por pertenencia a ETA, señalan que hoy por hoy no hay datos fiables que avalen las sospechas.

Dirigentes del PP de San Sebastián creen, sin - embargo, a partir de confidencias e investigaciones del propio teniente alcalde de la ciudad Gregorio Ordóñez, asesinado en enero por ETA, que dentro de la guardia urbana hay un grupo de pistoleros de la organización terrorista conectados con narcotraficantes y quizás instrumentalizados por elementos infiltrados de la Guardia Civil. Según esa teoría, Ordóñez y el resto de las posteriores víctimas fueron asesinados precisamente por haber descubierto esa trama.

La hipótesis ha sido, construida en buena medida a partir de un informe supuestamente elaborado por el cabo de la policía municipal Francisco Cano Maeso, que colaboró con Ordóñez y que se encuentra actualmente expedientado por "utilización indebida de bienes públicos".

En ese escrito, presentado abusivamente como informe de la Policía Municipal, se señala que la, investigación practicada por una serie de guardias municipales dio origen el denominado informe Navajas, abierto por a Fiscalía de San Sebastián en 1989 para investigar una posible conexión de miembros de las FSE con el narcotráfico. El fiscal jefe de la Audiencia donostiarra, Luis Navajas, negó ayer taxativamente que la Policía Municipal participara en su investigación. "En la elaboración del informe trabajaron cuatro agentes de la Guardia Civil de la Unidad Fiscal y de los Servicios Especiales, y nadie rnás", señaló rotundo el fiscal.

Respecto al informe elaborado presuntamente por el guardia Francisco Cano Maeso, en el que se afirma, entre otras cosas, que algunos agentes de ese cuerpo pasaron informaciones que posibilitaron los seis últimos atentados de ETA, Navajas señaló que parece "una fábula que no tiene ni pies ni cabeza, un panfleto anónimo" . El documento de Cano, que llegó sin firma e indirectamente al Palacio de Justicia de San Sebastián, fue leído por magistrados de los juzgados y se llegó a la conclusión de que era "una historia de alguien con afán de notoriedad" y cuyo relato tenía "poca credibilidad".

El presidente del Partido Popular del País Vasco, Jaime Mayor Oreja, exigió ayer en rueda de prensa a las instituciones judiciales que se reabran las investigaciones para esclarecer el asesinato de Gregorio Ordónez, concejal del PP asesinado por ETA el pasado 23 de enero, y las posibles conexiones con otros cinco asesinatos más cometidos en San Sebastián en los dos últimos años. Estas muertes, según el dirigente del PP, están rodeadas de "misterio".