El Bernabéu resistió el diluvio

Los empleados del Real Madrid trabajaron a destajo para dejar listas las instalaciones del estadio Santiago Bernabéu, en las que reanudará mañana los 11 minutos que restan por jugar del partido de la final de la Copa entre el Deportivo y el Valencia. La tromba de agua que en la noche del pasado sábado cayó sobre Madrid, coincidiendo con la disputa del encuentro, anegó el terreno de juego e inundó sobre todo, los vestuarios y la sala de prensa del estadio madridista. Ayer, todo estaba ya en orden.

Tres horas después de la suspensión, cuando las instalaciones madridistas se quedaron vacías, llegaron los técnicos de la empresa encargada del cuidado y mantenimiento del césped. Fueron llamados con urgencia. Casi al mismo tiempo iniciaron su labor los trabajadores, aquellos que pudieron ser localizados, pertenecientes a la contrata de limpieza del campo.

"Unas 30 personas en total se dedicaron a poner todo en orden hasta bien entrada la madrugada", informaron en el club madridista. Un portavoz del Madrid señaló que el estado del terreno de juego no ha resultado dañado y que sus condiciones para la práctica del fútbol son las idóneas. "Los vestuarios y sala de prensa solamente están a la espera de la última limpieza que se realizará mañana. Los daños han sido insignificantes".

Las entradas para mañana

Valencia-Sporting y Deportivo Albacete son los contrincantes que figurarán en las nuevas entradas de pie que la Federación proporcionara para la reanudación de la final de la Copa. Se facilitarán sólo a los seguidores del Valencia y del Deportivo que perdieron o tiraron las localidades oficiales del pasado sábado. La Federación pretende con esta medida solucionar el problema de tiempo que impide fabricar nuevas entradas y, al mismo tiempo, aprovechar las emitidas en previsión de quienes fuesen los finalistas de la Copa.

En el capítulo deportivo, ayer se aclaró definitivamente que todos los jugadores de las plantillas del Deportivo y del Valencia están reglamentariamente en condiciones de formar parte de su alineación inicial en la reanudación del partido. Sólo existe una excepción, la del deportivista Adolfo Aldana, que fue sustituido por Alfredo antes de que se aplazase el encuentro.

El tema de las alineaciones fue motivo de discusión y discrepancia entre los presidentes de los clubes finalistas, Augusto César Lendoiro (Deportivo) y Francisco Roig (Valencia), y los dirigentes federativos. Todas las partes se reunieron en la sede de la Federación Española de Fútbol poco después de decidirse el aplazamiento de la final para dejar bien clara la situación. Así las cosas, el Deportivo y el Valencia tienen la posibilidad de presentar novedades en su formaciones iniciales, con relación a las que figuraban sobre el terreno de juego, en el momento del aplazamiento del partido.