PARROCO DESERTOR
Esperaron en balde, los vecinos de Santa Cruz de Pinares (Ávila) porque eran más de las doce de la mañana de ayer y el cura no aparecía... Y se quedaron sin la habitual misa dominical, a las once de la mañana. El párroco, Anselmo Rujas, no ha vuelto por allí desde que el anterior domingo, celebración del Corpus, fuera despedido con abucheos tras negarse a dar la comunión a varias personas, entre ellas cinco niños, alegando que no eran de la localidad, lo cual -según los vecinos- era cierto en alguno de ellos, pero que, en todo caso, nada tenía que ver con la práctica religiosa. Ayer, al ver que el sacerdote no venía, ni tampoco el del pueblo cercano, los vecinos iban abandonando pacientemente la iglesia. "SI hay misa, dad otro toque a las campanas", dijo una mujer a los monaguillos antes de marcharse, "porque si tenemos que esperar aquí", añadió, "hoy, sin misa y sin comida". El alcalde del pueblo, Jesús Pérez, ha pedido al obispado de Ávila el relevo del párroco.-
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