La Duma pide la cabeza de los 'duros' del Gobierno ruso
La Duma Estatal, cámara baja del Parlamento ruso, aprobó ayer sendas resoluciones recomendando al presidente, Borís Yeltsin, la destitución de los ministros del Interior y de Defensa y dl viceprimer ministro responsable de las Nacionalidades. Al mismo tiempo, los diputados decidieron pronunciarse el próximo sábado sobre el voto de confianza al Gobierno que, en desafiante respuesta a la moción de censura aprobada anteayer por la Duma, ha planteado el primer ministro, Víktor Chernomirdin. Si los parlamentarios no la pasan y vuelven a censurar al Gabinete, Yeltsin ha anunciado que disolverá la cámara baja.Los diputados optaron por no considerar de inmediato el voto de confianza exigido por el Gobierno, ya que con su genial maniobra Chernomirdin les puso en una situación delicada que: puede costarles los escaños y terminar con la disolución de la Duma. Para salir del paso, los parlamentarios decidieron discutir si recomendaban o no al presidente el cese de los ministros del Interior , Víktor Yerin, y de Defensa, Pável Grachov, así corno del viceprimer ministro encargado de las relaciones interétnicas, Nikolái Yegórov, y del jefe del Servicio Federal de Seguridad, Serguéi Stepashin; es decir, de los principales partidarios de la guerra en Chechenia y responsables de la actuación de las fuerzas federales en la crisis de los rehenes de Budiónnovsk.
Como resultado, la Duma aprobó que se recomienda el despido de Yerin, Grachov y Yegórov, pero para censurar a Stepashin faltaron 24 votos. Ahora, si el presidente despide a algunos de estos ministros -como ya ha insinuado que hará después de que el Consejo de Seguridad se reúna el próximo jueves-, los diputados podrán, sin perder la cara, dar el visto bueno el sábado al voto de confianza que ha pedido Chernomirdin y así evitar ser disueltos por Yeltsin.
La votación de ayer refuerza la posición del primer ministro -cuya popularidad ha aumentado sobremanera debido a la forma en que afrontó la crisis de los rehenes-, quien desearía liberarse de los odiosos jefes de los poderes fácticos que se subordinan. directamente al presidente.
Por otra parte, un grupo de 150 diputados divulgó ayer una declaración en la que acusa a Yeltsin de haber cometido en los últimos dos años "acciones que sólo pueden ser calificadas de graves delitos" y anuncia su decisión de comenzar el procedimiento establecido en la Constitución para cesar al presidente. Esta empresa, debido a su complejidad, no tiene ninguna posibilidad de éxito, pero si los diputados logran empezar el proceso, Yeltsin pierde la facultad de disolver a la Duma hasta que la cámara alta dé su veredicto.Mientras tanto, en Chechenia, los rebeldes independentistas anunciaron que extendían unilateralmente la moratoria de las hostilidades, que acababa ayer, como gesto de buena voluntad para continuar las negociaciones con el Kremlin. Acto seguido Moscú declaró que por su parte, también prolongaba el alto el fuego, pero Arkadi Volski, uno de los miembros de la delegación rusa en las conversaciones de Grozni, explicó que esto no se extiende a la orden de captura y persecusión de Shamil Basáiev, el jefe del comando guerrillero que mantuvo durante seis días a más de mil rehenes en el hospital de Budiónnovsk. Los rusos han exigido a los chechenos que entreguen a Basáiev, pero después de que oficialmente éstos se comprometieron a contribuir a su captura, el jefe del Estado Mayor General de las fuerzas rebeldes, Aslán Masjádov, declaró que "todo el pueblo checheno y sus líderes están dispuestos a morir antes que permitir que caiga un solo pelo de la cabeza de Basáiev".
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