La fiscalía de Viena, tras un famoso psiquiatra acusado de eliminar a niños durante el nazismo
Intervino en el plan eugenésico que les consideró "inservibles para la nación alemana"
Medio siglo después de supuestamente haber eliminado a bebés y a niños por ser inservibles para la nación alemana el famoso médico y psiquiatra austríaco Heinrich Gross, uno de los más acreditados del país, se enfrenta a una investigación judicial iniciada esta semana por la Fiscalía General de Viena. Gross, de 79 años que participó en los programas de eugenesia, calificados como "eutanasia" diseñados por los nacionalsocialistas para "limpiar" a la sociedad de minusválidos y enfermos psíquicos, está jubilado, pero sigue actuando como, experto ante los tribunales.
Los cerebros de 418 niños eliminados en el Hospital Psiquiátrico de Viena, que fueron "el material patológico de trabajo" de Gross durante la posguerra, se exhiben aún en una de las salas del mismo centro. A pesar de que familiares de los niños han exigido que se devuelvan los resto! de las víctimas para sepultarlos finalmente, cualquier visitante, previo aviso, puede entrar para ver la macabra exhibición.El fiscal Sepp-Dieter Fasching, conocido por sus implacables juicios contra nazis, decidió reabrir la investigación judicial esta semana,-dos procesos judiciales anteriores en contra de Gross, en 1951 y otro a comienzos de los ochenta, se paralizaron misteriosamente- después de que el semanario austriaco Profil publicara en su última edición nuevas pruebas en contra de Gross. Los nuevos documentos fueron entregados por los archivos de la ex República Democrática Alemana (RDA) de Berlín y Postdam y aportan pruebas de que Gross participó directamente en el asesinato de, al menos, ocho niños, en agosto de 1944. Ese verano, Gross fue a trabajar como voluntario al Hospital Psiquiátrico pese a que estaba dado de baja temporalmente en el Ejército.
El programa eugenésico de eutanasia de los nazis se inició en 1939 y se desarrolló hasta finales de la guerra cobrándose cientos de miles de víctimas. Sólo en Viena. fueron asesinados al menos 500 niños con diagnóstico de "retraso mental" y 3.000 adultos, todos ellos pacientes psiquiátricos.
Gross, que volvió al frente de guerra, fue hecho prisionero por el Ejército soviético al finalizar la guerra y repatriado a Austria en 1948 donde desde entonces continuó ejerciendo su profesión logrando una briIlante carrera. Poco después abrió un instituto para el estudio de "deformaciones cerebrales." utilizando el "material patológico, extraído de sus víctimas, y utilizado como propio, hasta su jubilación en 1987. En la actualidad, aunque medio sordo y débil, su fama como uno de los mejores diagnósticadores en psiquiatría le ha servido para seguir ejerciendo como experto en los tribunales.
El médico Werner Vogt le acusó en las anteriores investigaciones de "haber participado en el asesinato de cientos de niños presuntamente enfermos mentales". En la época nacionalsocialista se obligaba. a los padres de niños que sufrían el síndrome de Down, u otras enfermedades que afectan el desarrollo intelectual o físico, a registrar a sus hijos ante las autoridades sanitarias para que después fueran internados en los centros de muerte. A pesar de que había pruebas de que Gross había participado al menos en 28 de los asesinatos, se querelló contra Vogt por calumnías e injurias y los tribunales dejaron de investigar. En 1975 Gross fue condecorado por la República con la Cruz de Honor de Ciencias y Artes.
Los asesinatos se perpetraban por inyecciones letales al corazón, sobredosis de medicamentos, hambre o exposición al frío.
Uno de los supervivientes recuerda en la revista Profil: 'Lloraba y lloraba, teníamos poco para comer. En la noche , dejaban la ventana abierta intencionadamente y por ello muchos enfermaron y murieron". Entre los documentos encontrados está la historia clínica de un bebé de sexo masculino nacido el 18 de julio de 1944 e internado en la clínica ese mismo día. El diagnóstico de Gross: "Bebé con mongolismo". El lactante murió de pulmonía el 1 de agosto del mismo año. El médico, al que las enférmeras recuerdan como "especialmente cariñoso" con los niños envió esa noche un telegrama a la madre que decía: "Su hijito murió por la noche".
La mayoría de las historias clínicas registradas en, el hospital psiquiátrico fueron manipuladas y las causas de las muertes se dan en la mayoría de los casos como "pulmonía". Por ejemplo, el caso de un niño de 10 años internado el 11 de marzo de 1944 con el absurdo diagnóstico "se viste solo con dificultades". A finales de agosto murió, según el parte médico, de "disentería". Pero la perfecta burocracia criminal. de los, nacionalsocialistas documentaba en detalle sus brutales acciones y cada uno de los casos de eutanasia perpetrados en Viena eran explicados al ministerio correspondiente en la capital del Reich alemán en Berlín.
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