Derribo

Recientemente leí en EL PAÍS que la última casa entre Sor Ángela de la Cruz y Bravo Murillo había sido derribada. Y aunque todavía no han construido el túnel hasta Marqués de Viana, ya he visto el resultado. Lo he visto en Cea Bermúdez y en Costa Rica, en Corazón de María y en la Castellana, en la avenida del Mediterráneo y..., he perdido la cuenta.El resultado es ruido y humos, estrechamiento de las aceras, supresión de pasos de peatones, un barrio dividido. Esta actuación afectará también negativamente al pequeño comercio de la zona, al mercado de Tetuán y, por supuesto, al tradicional rastrillo de Marqués de Viana, elemento imprescindible de este castizo barrio.

Aquí todavía hay calles donde los niños pueden jugar sin peligro de ser atropellados. En verano la. gente se sienta a la puerta de su casa a tomar el fresco, y hay ropa tendida, y patios con gallinas y huerto, y algún que otro descampado.

En fin, esas cosas que hacen la ciudad más vivible, más humana, que le dan la personalidad que no le dará nunca una autopista. Sin embargo, el concejal dice que es una "bolsa de deterioro" en una zona muy céntrica. Supongo que prefiere los edificios de oficinas en vidrio y aluminio.

Y aunque el Ayuntamiento dice que todo esto no cuesta nada, sí cuesta. El coste es más ruido, más contaminación, más peatones atropellados, más árboles arrancados, menos vida en la calle.

Pero ¿y los beneficios? Ésos no los veo por ningún lado. Por muchos pasos subterráneos que construye el Ayuntamiento el tráfico sigue atascado. Y, en cualquier caso, sólo se benefician los que tienen coche.

Los niños, los ancianos, las amas, de casa, los minusválidos, los que van en metro o en autobús o andando no merecen sino quitarles lo poco que les va quedando sin invadir por el automóvil.

Yo creo que quien gana con todo esto son las empresas constructoras, esas que a veces se nombran en los tribunales implicadas en el pago de comisiones.

Y, claro, los que se llevan las comisiones también ganan algo, digo yo.-