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El 'negocio' de la sequía encarece en 4 pesetas la electricidad adicional que generan las desaladoras

No hay escasez que no genere negocio. El de ahora es la sequía. Poceros, zahoríes están haciendo su agosto. A este aluvión se han sumado las empresas potabilizadoras de agua marina, que mediante la cogeneración o generación dual producen simultáneamente energía eléctrica. Estas sociedades ofertan ala localidades sedientas agua a 17 pesetas el metro cúbico, pero ocultan que la electricidad que cogeneran tiene garantizada su venta a 10 pesetas el kilovatio, cuatro más que la tarifa eléctrica normal. Para evitar esta trampa de precios cruzados, el Ministerio de Industria prepara un decreto por el que obligará a facturar el agua desalinizada a su precio de costo: entre las 120 y 200 pesetas el metro cúbico.

En tan sólo los dos últimos meses, las ventanillas del Ministerio de Industria han sido invadidas por decenas de proyectos de desalación por cogeneración o multiefecto, dispuestos a acabar con la sequía de varias poblaciones costeras asediadas en sus reservas de abastecimientos.Los proyectos llegan avalados por ayuntamientos pequeños y grandes. Esperan apilados a que la Secretaría General de la Energía los informe favorablemente, pero eso sólo ocurrirá en casos contados. Antes de proceder a dar un paso en esa dirección, el Gobierno publicará un real decreto para acabar con la confusión de los precios del agua desalada por cogeneración, que al entrecruzarse con los de la energía eléctrica, darían origen, por ejemplo, a que una familia de La Coruña pagase mucho más cara la luz doméstica a costa de financiar el agua barata que beba otra familia de Almería, donde muchas viviendas carecen aún de contador.Luz por agua

Este cruce del coste de luz con el del agua se debe a que las empresas desaladoras por el sistema de cogeneración o multiefecto se acogen en su mayoría al llamado decreto de autoproductores (diciembre de 1994), mediante el cual el sistema eléctrico nacional se compromete a comprar a 10 pesetas el kilovatio / hora que producen las empresas con capacidad de generar electricidad en cantidades inferiores a los 100 megavatios, cuando el precio que paga el sistema eléctrico nacional a las compañías eléctricas corrientes no pasa de las 6 pesetas el kilovatio, un valor en sintonía con los precios del resto de Europa.

Las compañías desaladoras ofrecen el agua barata a quien la necesita, pero en realidad lo hacen a costa del beneficio que obtienen por la garantía de venta de la electricidad cogenerada, al amparo de un decreto singular no diseñado, precisamente, para este fin.

"En estos momentos, España cuenta con una potencia eléctrica autoexcedentaria", afirma Alberto Lafuente Félez, secretario general de la Energía y Recursos Minerales. "El impacto sobre la tarifa eléctrica de cada 100 megavatios subutilizados es del 0,1% al año. En estos momentos hay proyectos de desalación con una potencia de 1.000 megavatios, la energía que consumen en un año dos millones de hogares".

Si se les da luz verde, "la repercusión de la compra forzosa, de esos 1.000 megavatios excedentarios, multiplicados por 0, 1 %, supondría un incremento del 1% anual en la factura de la luz de todos los hogares españoles a lo largo de los próximos 20 años", asegura Lafuente. Algo similar a lo que está ocurriendo con la moratoria nuclear, que supone un 10% de la tarifa eléctrica española.

"Cada kilovatio/ hora que produzca una desaladora por cogeneración debe dejar de producirlo una central térmica o nuclear o hidroeléctrica. El consumo es el que es, de manera que hay que remunerar los costes evitados de no producir ese kilovatio extra", insiste.

Dice Lafuente que las tecnologías de desalación tienen ventajas económicas para sus promotores porque contempla retribuciones generosas a la energía excedentaria. "Pero no nos engañemos. Esto es una forma de subvencionar el agua a través de la tarifa eléctrica, al cobijo del decreto de autoproductores. Como se vende cara la energía eléctrica, se puede fijar un precio bajo para el agua, el más barato de Europa. En pequeñas dosis cabe admitirlo, pero si se pretende resolver el abastecimiento urbano de esta manera, el impacto sobre la tarifa eléctrica será muy importante".

Lafuente añade que en la mayoría de los casos los promotores van a los ayuntamientos y les dicen que les instalan llave en mano desaladoras a 17 pesetas el metro cúbico, pero nada dicen de la energía eléctrica excedentaria. "Trampas se pueden hacer muchas, pero al final los costes del agua desalada son los que son". El coste real de este procedimiento, según un informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX, febrero 1995), oscila entre las 142,5 y 151 pesetas el metro cúbico (78,5 y 85 pesetas en explotación y 64-66 la amortización).

Cada uno lo que valeBajo estas condiciones, el Ministerio de Industria, en colaboración con el de Obras Públicas, ha decidido regular las instalaciones de desalación pequeñas -capaces de producir entre 5.000 y 20.000 metros cúbicos de agua potable al día- mediante un decreto ley que se remitirá al Gobierno la próxima semana. En este decreto se arbitra un régimen especial para retribuir el kilovatio / hora producido por desalación, en consonancia con el coste evitado al sistema eléctrico nacional. Según Lafuente, el decreto establecerá la posibilidad de fijar, caso por caso, un precio consecuente con las necesidades de abastecimiento de agua y las del Plan Energético Nacional. "No habrá un precio estándar".

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