Permitido tocar las flores
La ciudad recupera un jardín con plantas aromáticas y carteles en Braille dedicado a los invidentes
Permitido tocar las. flores. Éste no es un jardín común: se pueden palpar las plantas, y los aromas son el mejor lazarillo. Además, los carteles tienen una parte punteada que se lee al tacto: Braille, la escritura para invidentes.Es el Jardín de Plantas Aromáticas y Táctiles, también llamado jardín para ciegos. El Ayuntamiento y una empresa de conservación acaban de rehabilitarlo en el parque de Roma, junto a la calle de Juan Esplandiú y cerca de la M-30 y el Pirulí.
Un murete de ladrillo ciñe el recinto, de 1.200 metros cuadrados. Al traspasarlo, 26 especies vegetales aguardan alineadas. Setos de varios tipos de aligustre sobre los bancos laterales. En el centro, las barandillas recién pintadas permiten una p fácil guía. De paso, protegen los parterres geométricos, cada uno con su correspondiente cartel para videntes e invidentes. "Tyumus mastichina. Tomillo", y el punteado en Braille.
Amén del tacto, poco aconsejable en el caso de las rosas, el olor ayuda a identificar las especies. Casi todas son aromáticas: albahaca, menta, lavanda... Lo más difícil de encontrar es el anunciado tomillo. Los lirios no están en floración, pero las flores de un día se dejan palpar. En el recinto también reside uno de los símbolos de Madrid: un madroño.
"El jardín aromático, sobre todo destinado a los ciegos, se hizo en los años sesenta, cuando se construyó el parque de Roma, pero se había ido-deteriorando", explica Santiago Romero, director-de Parques y Jardines del Ayuntamiento. La rehabilitación actual ha costado millón y medio de pesetas.
Romero puntualiza que es el único jardín de olores que se encuentra en perfectas condiciones. "Hay otro en el Retiro, en la parte baja de Menéndez Pelayo, pero no está indicado. No se sabe lo que es".
Al jefe de los parques le gustaría superar esta escasez, pero el presupuesto manda: "Sólo tenemos 100 millones de pesetas al año para invertir en los jardines de todo Madrid". "Me encantaría hacer jardines para minusválidos físicos, por ejemplo, pero no tenemos dinero", añade. Por eso, le daría la bienvenida a cualquier mecenazgo. Sin embargo, para el parque de Roma, el Ayuntamiento no se ha dirigido a la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) en busca de ayuda.
A pesar de su carácter especial, el jardín de aromas no dispone de guardas. "Por desgracia. para todos, ningún parque tiene vigilancia específica", señala Romero. Por la noche permanece cerrado y durante el día la afluencia no es alta. Discreción para los aromas.
Jardín de Plantas Aromáticas y Táctiles. Parque de Roma. Entrada por la calle de Juan Esplandiú (metro O'Donnell).
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