Cajas de cambios

JORGE RIVERA "Las cajas de ahorros son como relojes delicados y precisos. Da igual llevarlos, en la mano derecha que en la mano izquierda. Lo importante es no abrirlos". La frase de Juan Quintás, director general de la Confederación Español de Cajas de Ahorro (CECA), la comparten la mayoría de los directivos de las cajas, quienes opinan que trasladar el vuelco político producido el 28-M de manera inmediata a las asambleas y los consejos de las cajas es prácticamente imposible, dado que la legislación que rige la renovación de los órganos constitutivos y de control de estas históricas entidades de ahorro lo impide.

La Ley de Organos Rectores de las Cajas de Ahorro (LORCA) y los posteriores desarrollos efectuados por la práctica totalidad de las comunidades autónomas tamizan los efectos de cualquier cambio político. La mayoría de las cajas renuevan cada dos años la mitad de la asamblea general y la mitad del consejo de administración (véase cuadro adjunto con las fechas de la próxima renovación del 50% de cada una de las asambleas y consejos de las cajas). Es decir, que cada cuatro años, renuevan el total. Ello supone un seguro de vida para la estabilidad en su gestión. Una gestión responsable de la mitad del sistema financiero español. Una gestión que controla la nada despreciable suma de 29 billones de pesetas de recursos ajenos.

De forma genérica, las asambleas generales y los consejos de administración cuentan con algo más de un tercio de miembros de ayuntamientos, así como de representantes de los impositores. El resto se los reparten representantes de los trabajadores y de las entidades fundadoras. Estas son tan heterogéneas que pueden ser desde las llamadas Sociedades de Amigos del País (con origen en el siglo XVIII) a Diputaciones, pasando por la propia Iglesia. Es decir, el reparto es tan dispar que, para que se produzca un vuelco, no basta con que uno de su componentes sí lo protagonice. Además, existe jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre la irrevocabilidad personal de los puestos obtenidos en asambleas previas.

Al margen de las consideraciones reglamentarias, jurídicas o las opiniones personales, la práctica enseña la existencia de otro factor decisivo a la hora de componer los órganos de gestión de las cajas: el consenso entre las formaciones políticas. Por ejemplo, el rotundo triunfo del Partido Popular (PP) en la Comunidad de Madrid, no afectará a Jaime Terceiro, presidente de la Caja de Madrid, gracias al acuerdo de los grupos políticos para que los cambios no afecten a la gestión.

Y aún hay otro elemento que abona la tesis de que la transición en las cajas será pacífica. Los encargados de este área en el PP -que está dirigida por Rodolfo Martín Villa, presidente de la comisión de control de la Caja de Madrid- no son partidarios de forzar la máquina, aunque sí se produzcan intentos en determinadas comunidades autónomas (Andalucía, Valencia, Murcia, Castilla-La Mancha o Castilla-León). Los populares son partidarios de "despolitizar lo más posible la gestión de las cajas y lograr que todas lleguen a tener un presidente ejecutivo, siguiendo el ejemplo de la Caja de Madrid y Jaime Terceiro", recalca Martín Villa".

El futuro, pues, no está nada claro y varía notablemente en función de cada comunidad. Consultado el medio centenar de cajas de ahorros, en la gran mayoría no se esperan fuertes cambios en los próximas meses.

En Cataluña, la comunidad dónde mayor poder tienen las cajas -la primera y la tercera del ránking (La Caixa y La Caixa de Catalunya) de entidades de ahorro-, las repercusiones en los organos de gestión de las últimas elecciones autonómicas y municipales serán "escasas", según confirman portavoces de todas ellas. La configuración de las asambleas que fija la ley catalana de cajas de ahorro y el escaso nivel de politización de sus órganos hacen pensar que sus cambios serán mínimos.

Dos casos claros de relevo en la presidencia por su fuero especial son las dos cajas de Navarra. La Caja Municipal de Pamplona está presidida de forma automática por el alcalde elegido. La Caja de Ahorros de Navarra la preside el presidente de la Comunidad Navarra y un su consejo se sientan los consejeros del Gobierno y un representante de cada partido con representación parlamentaria.

Otras entidades sujetas a posibles cambios rápidos en la presidencia son las de la Caja de Murcia, la Caja del Mediterráneo, la Caja de Rioja, la Caja de Granada o Caja España, que precisamente mañana celebra la asamblea anual, con un profundo mar de fondo. Fuentes del sector también aventuran una dura batalla para controlar la primera caja de ahorros andaluza, Unicaja. Su presidente, Braulio Medel (que también lo es de la CECA) tiene mandato hasta 1999, como representante del Ayuntamiento de Málaga. Cabría la posibilidad de que el alcalde malagueño, en el caso de que fuera Celia Villalobos (PP), le retirara el apoyo. Este supuesto podría provocar su salida, aunque a Medel le quedaría la opción de acogerse a la jurisprudencia a favor de los nombramientos irrevocables.