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LAS CONSECUENCIAS DEL 28 -M

Aznar acusa a González de seguir al frente del Gobierno por "conveniencias personales"

José María Aznar cree que el país "no puede estar condenado a estrategias personales, atado a estrategias personales, atascado en estrategias personales o en conveniencias personales". Ése fue el mensaje que ayer le lanzó al presidente del Gobierno, Felipe González, a quien el líder del Partido Popular considera sujeto de una resistencia al frente del Ejecutivo movida únicamente por un interés de partido y encadenado a las exigencias del presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. En respuesta a la petición de González de que respete la legitimidad de su victoria en 1993, Aznar dijo que jamás ha pronunciado la palabra legitimidad y, por tanto, no tiene por qué explicar lo que no ha dicho.

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González no fue citado, pero sí presentado implícitamente como responsable de la prolongación de una situación en la que "no hay liderazgo, ni proyecto, ni programa en el Gobierno", mientras el propio Aznar advirtió que todos los actores políticos "tienen mucho que reflexionar", y él piensa hacerlo "en términos de Gobierno"."No se sabe ni quién ni con qué objetivos gobierna el país", remachó en su Primera explicación pública tras la noche del domingo electoral, mientras que con los resultados los españoles "han dicho no a la situación" y "han entrado en el siglo XXI".

El presidente del PP mantuvo a puerta cerrada una reunión de poco más de media hora con los parlamentarios del Grupo Popular en el Congreso y en el Senado.

La sala de la Cámara baja escuchó hasta tres ovaciones: a Rodrigo Rato, portavoz en el Congreso; a Ángel Acebes, portavoz en el Senado; y al propio Aznar, que hizo un llamamiento a la responsabilidad en la gestión del enorme cúmulo de poder municipal y autonómico que deberá administrar desde ahora el partido. "Al que lo haga mal le sustituiremos", advirtió a los parlamentarios, "gual que si yo lo hago mal debéis sustituirme".

Consecuencias para todos

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Después, Aznar expuso en una conferencia de prensa cómo ve la situación. "Se ha terminado una ép9ca y ha comenzado una nueva etapa, que tendrá consecuencias para todos los actores políticos", dijo. "Esas consecuencias se irán viendo poco a poco. Los ciudadanos han enviado un mensaje claro de cambio, de que no desean que las cosas sigan como están ni basta ya ninguna operación cosmética".Lo más significativo de los resultados del 28-M, para el líder del PP, es que se ha cumplido una de sus más acariciadas ilusiones políticas: romper el mapa político de la España de antes de la guerra civil. Mientras los socialistas "buscaban renovar los enfrentamientos territoriales del pasado, los ciudadanos han dicho que no, que eso es historia".

El resultado es "un reparto del poder territorial distinto, un equilibrio distinto", cargado de significados y simbolismos de ruptura con el pasado. "Si hay una cuna del socialismo histórico, es Asturias, y allí hemos ganado; o Bilbao, y allí hemos ganado al PSOE; o Madrid, y también hemos ganado. Y si hay un emblema del socialismo moderno, es Sevilla, y también hemos ganado".

Sobre el futuro, Aznar reiteró que no piensa pedir de nuevo el adelanto de las elecciones generales. Lo pidió antes del 28-M, y los ciudadanos, interpreta, "nos han dado la razón, han dicho que el Gobierno actual no vale, no es útil". En cuanto a la moción de censura, "sigue como estaba", guardada como una posibilidad más bien lejana.

En cuanto a sus planes de futuro, anunció a los diputados y senadores, y luego confirmó públicamente, que gran parte de su actividad se va a centrar en Cataluña, bajo los lemas de catalanismo, centrismo y compromiso nacional con España, que ya expuso en un mitin en Barcelona durante la campaña. Pese a unos buenos resultados, es la comunidad autónoma donde el Partido Popular obtiene menor respaldo. Pero han abierto el hueco, explicó Aznar en la reunión con los parlamentarios, y ahora hay que ensancharlo.

La situación de los pactos entre el Gobierno de González y los nacionalistas catalanes de Jordi Pujol le parece al presidente del PP "evidente, por mucho que se intente disfrazar como los resultados de las elecciones". "¿Qué política se puede plantear", se preguntó, "en un país en el que se dice: 'O me das las costas y las telecomunicaciones o rompo'; mientras otro dice: 'Las telecomunicaciones son mías y de eso no se habla'; y otro saca el aborto? ¿Qué significa eso? Una cosa muy sencilla: no hay liderazgo, no hay acción de gobierno ni programa de gobierno. Eso lleva siendo así desde hace mucho tiempo. No me parece serio mantener esa situación y los españoles han dicho lo mismo".

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