Negocio en las cercanías del triunfo
La calle de Génova, donde está la sede del Partido Popular, se llenó ayer con los tenderetes típicos de los aledaños de un estadio de fútbol donde se juega un importante partido. Muchos vendedores ambulantes avispados hicieron su agosto con banderas españolas -algunas incluso con escudo preconstitucional-, bocadillos y chucherías. La pastelería Viena Capellanes se saltó la ley de horarios comerciales. A su puerta, un cartel anunciaba: "La noche de las elecciones abrimos hasta la madrugada".
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