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"Yo pongo mi currículo a pelear con quien sea"

Álex Grijelmo

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, de 57 años, ha sufrido durante la campaña una transición hacia el enfado que no cuadra con su carácter habitual. La manifestación, el sábado pasado, de 5.000 personas contra el mobiliario urbano que llegó de Francia y ha invadido las aceras pareció alterarle en su bonhomía. Incluso criticó el alcalde que este ejercicio de un derecho constitucional fuera autorizado por la Delegación del Gobierno. Pero el sondeo del pasado domingo tal vez obró a favor de su tranquilidad, que muestra haber recuperado ya en el momento en que se celebra la entrevista, el martes 23 de mayo.Durante la campaña, el alcalde ha defendido que los impuestos locales de Madrid no han subido. No le importa que el PP haya utilizado en la contribución urbana un particular cálculo de la inflación, que se añade al aplicado ya por el Estado mecánica-, mente cada año al valor catastral de los edificios (ambos incrementos, sumados, van a parar luego a las arcas municipales, y el primero es opcional en cada Ayuntamiento).

Pregunta. ¿Qué cree que pensarán de ustedes los ciudadanos que les oyen decir que no han subido los impuestos municipales y que tienen los recibos guardados?

Respuesta. Tienen que pensar en lo que yo digo: que se ha producido la absorción del coste de vida en la parte que al Ayuntamiento le corresponde. Y ésa es una verdad absolutamente indeclinable. Y que comparen su recibo con cualquier otro de los municipios aledaños o de los municipios más alejados. El Ayuntamiento de Madrid tiene una presión fiscal muy moderada respecto al conjunto de la nación.

P. ¿Es usted partidario de limitar el derecho de manifestación durante la campaña?

R. Durante las campañas debiera producirse una intervención de la Junta Electoral, igual que sucede con todos los acontecimientos que pueden tener incidencia en unas elecciones. Igual' que la Junta Electoral decide qué espacios pueden ocuparse para la publicidad o qué lugares son convenientes para hacer expresiones electorales, también debiera decidir sobre qué manifestaciones podrían tener incidencia y carácter electoral.

P. Dijo usted que la marcha contra los muebles

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[convocada por arquitectos y urbanistas] era una manifestación politizada, como si el estar politizado fuera algo malo. Usted mismo es un político, ¿no?

R. Parece que el gran acontecimiento que ha ocurrido a lo largo de cuatro años ha sido el mobiliario urbano. ¡Qué bien he debido de hacer el resto!

[se ríe]. Yo decía politizada y quería decir "sesgadamente politizada". Es decir, con un planteamiento no de un debate neutro. Y los hechos me han dado la razón: se unieron personas de partidos políticos contrarios al nuestro. Es decir, se utilizó la manifestación como una plataforma de disconformidad política, con independencia de que hubo muchas personas que se manifestaron contra el mobiliario urbano simplemente porque creían que no es oportuno. Y algunos fueron equivocados. Yo estuve con algunos estudiantes de arquitectura que protestaban porque creían que era una inversión desmesurada, cuando el Ayuntamiento no ha pagado nada, sino que, por el contrario, cobra.

P. Cobra poco.

[Cinco millones al año por ceder las aceras a la publicidad. La empresa generará un negocio de 15.000 millones en los 18 años de concesión].

R. Cobra lo importante: tenemos las motos verdes

[recogen excrementos de perro], y la concesionaria se encarga de la recogida de las pilas y los vidrios... Por tanto, es una idea muy apreciable en el servicio que presta.

P. ¿Recibió usted algún consejo externo sobre la empresa a laque se debía adjudicar?

R. Se produjo un concurso público, y fueron los técnicos, a los que yo acudí expresamente para que me explicaran cada una de las ofertas, los que me dijeron lo que opinaban. El orden de preferencia lo pusieron ellos, y nosotros no lo alteramos, con independencia de que quienes estábamos allí -me acompañaban algunos concejales- tuviéramos un criterio que coincidiera o no con el de los técnicos. De todas formas, en este asunto valoro enormemente el que haya una conciencia social. Es muy positivo que la gente decida manifestarse a favor o en contra del mobiliario urbano. Es un debate social interesante. Quiere decir que la sociedad no está muerta, que los madrileños empiezan a preocuparse de la ciudad. si no lo hiciéramos por tendencia política, sino por preocuparnos de la ciudad, eso sería muy positivo.

P. Ustedes acusaban al PSOE de aplicar el rodillo cuando tenía mayoría absoluta en el Parlamento. ¿No han caído ustedes en el Ayuntamiento en el mismo defecto que denunciaban?

R. En absoluto. Ninguno de mis concejales ha dicho "ustedes tendrán la razón, pero los de aquí somos más que los de allí". Eso me, lo dijeron a mí expresa mente. Yo jamás he tenido a 25 concejales de la oposición metidos en un solo cuarto, y sin me dios, y compartiendo la sala de visita con dos secretarias. Otra cosa es que los modo! que me han querido exigir sean distintos a los que yo creo que se deben aplicar. Por ejemplo, creo que no tenía mucho sentido que yo interviniera en los plenos

[el alcalde los preside]; tampoco el alcalde intervenía cuando estuvo el PSOE.

P. ¿Por qué han retirado la voz en los plenos a las asociaciones de vecinos?

R. Eso empezó a exigirse justamente cuando llegamos nosotros. A mí me pareció que ése era un movimiento que tenía un interés determinado. Los plenos no pueden paralizarse con una gestión de carácter asambleario. No tiene sentido, igual que no intervienen en las Cortes los ciudadanos cada uno por su lado.

P. Es decir, que las asociaciones de vecinos están politizadas también.

R. Yo no sé si están politizadas, pero han hecho asambleas y han participado en la creación de mesas llamadas todos contra Álvarez del Manzano. Yo no sé si eso es politizarse o no.

P. Eso fue después de excluirlas usted.

R. A lo largo de este mandato.

P. Ustedes han dedicado miles de millones a excavar túneles en la creencia de que eso mejora el tráfico y sin embargo no han logrado algo mucho más barato y que contribuiría mejor a ese objetivo: impedir la doble fila.

R. He invertido miles de millones y he salvado miles de millones en horas de estancamiento de los ciudadanos en los puntos clave. Por poner un ejemplo, en Conde de Casal se han recuperado miles de millones de horas que perdían los madrileños.. Pero, efectivamente, el problema de la segunda y la tercera fila es un problema importante que tiene mucho que ver con la capacidad de cobro de las sanciones que tiene el Ayuntamiento. Es un tema en el que hemos de tener más imaginación y sobre todo' más policía. Porque, desgraciadamente, esa colaboración que yo he pedido a los ciudadanos no ha sido posible. Yo he creado 55.000 plazas de aparcamiento para que la gente meta los coches, no para que los utilice como si no tuviera lugar donde dejarlos. Pero también tengo que decir una cosa: cuando yo llegué había un 1.070.000 coches, y ahora hay 1.450.000, más de un tercio de aumento, y la circulación ha mejorado. Pero es cierto que sigue siendo uno de los graves problemas de esta ciudad.

P. ¿Se merece Madrid estos candidatos que tiene?R. Sería absurdo que yo dijera que no. Cualquier candidato de esta ciudad es homologable con los de cualquier otra de España. Cualquiera. No tenemos nada que desmerecer en absoluto. Y habría que ver incluso los resultados electorales que hemos ido teniendo frente a otros candidatos que aparentemente tenían un nombre y que han tenido resultados que pueden acreditarles como que no contaban con el refrendo de la gente. Yo pongo mi currículo profesional o municipal a pelear con cualquiera de los que haya en España.

P. ¿Es tan importante reformar la plaza de Oriente?

R. Sí. Se va a poner en funcionamiento el teatro de la Opera. Hace falta que lleguen ahí los camiones con el atrezzo, los espectadores, que tengan sitio donde aparcar, que la circulación sea posible... y que al mismo tiempo los vecinos tengan derecho a aparcamiento. Se dijo que el aparcamiento no le interesaba a nadie, y resulta que el principal problema que tenemos ahora es el número de gente que solicita una plaza. Y tenemos que quitar el espectáculo de los autobuses que afean la zona y dificultan la circulación. Y preservar al mismo tiempo el palacio Real.

P. ¿Recuerda usted cuando le reprochaba a Enrique Tierno el fuerte endeudamiento que él aprobó?

[La deuda que dejó el PSOE en 1989 fueron 47.921 millones. Ahora suma 180.000 millones con el PP].

R. Tierno encontró en el Gobierno nacional gran sensibilidad porque le liquidó las deudas municipales. Y le dejaron hacer otras. Y en segundo lugar, para sacar al Ayuntamiento del estancamiento en que lo habían dejado los socialistas hubo que realizar un fuerte impulso. Cómo hemos tenido una exigencia fiscal moderada, hemos apelado al endeudamiento. Y después de ese fuerte impulso de los dos primeros años

[gobierno de coalición CDS-PP], en los cuatro restantes, ya dirigidos por mí, el crecimiento de la deuda ha sido menor que cuando los socialistas se quedaron a cero en la suya. La limitación de la carga financiera en las corporaciones locales es del 25%, y nosotros estamos en un 17%. Hay muchas ciudades españolas más endeudadas. Es decir, Madrid, la capital, está menos endeudada que la gran mayoría de ciudades españolas.

P. ¿Se presentaría de nuevo a la reelección?R. Le agradezo a EL PAIS. que confie en que yo seguiré

[se ríe].

P. Usted lo pronosticó.

R. Yo trabajo con una visión muy estricta de lo que hago. Ahora me presento a estas elecciones y pienso exclusivamente en ese mandato. No me he planteado lo que ocurrirá después. En el partido hay muchos ejemplos que han traspasado con eficacia esos límites: Cañellas

[Baleares], o Fraga en otros aspectos... Yo no tengo planteado un problema con eso, pero tiendo a no querer renovar un tercer mandato si es que este segundo se produce. Pero, sobre todo, no estaré ni un minuto más de lo que los madrileños y mi partido quieran.

P. ¿Cómo pueden entenderse ideológicamente un democristiano como usted y una ultraliberal como su número dos, Esperanza Aguirre?

R. Eso es el milagro del PP: que ha conseguido lo que pedíamos los partidarios de que la Coalición Popular se mantuvise. Yo tuve problemas en el PDP justamente por decir que la Coalición Popular era una buena idea. Y convivimos perfectamente los liberales con los democristianos. Por otro lado, Esperanza Aguirre es una muy buena profesional, con una capacidad de trabajo y esfuerzo... y cuyas ideas liberales sirven también para contrapesar el ejercicio que se realiza. No olvide usted que un componente democristiano es aplicar el principio de subsidiariedad

[la Administración pública sólo se ocupa de aquello que no puede hacer la iniciativa privada].

P. ¿No le pareció sospechoso que 15 paisanos del concejal de personal, nacido en Casas de Miravete (un pueblo extremeño de 150 habitantes), aprobasen una oposición municipal, lo mismo que familiares de otros ediles de los tres partidos?

R. No se quebrantó la ley,

pero le confieso que no me produjo ninguna satisfacción personal. Por otra parte, los familiares de los concejales no son seres malditos, se pueden presentar a las oposiciones. De todas formas, en Estados Unidos vemos con frecuencia a los hermanos o las mujeres incorporados a tareas de gobierno, y nadie se escandaliza. Pero, vamos, no es mi caso. Es más, le pedí a una sobrina que no se presentara a unas oposiciones municipales.P. ¿Por qué bajaron ustedes las becas de comedor?

[Eran 500 millones en 1993, son 219 ahora].

R. Porque a mi me parece que no todo puede hacerse desde el Ayuntamiento, Por otro lado, no todas las becas iban destinadas a personas que realmente las necesitaban. Era muy difícil discernir entre el necesitado y el que se aprovechaba de la situación. Pero en los servicios sociales hemos subido notablemente respecto a lo que hacía el PSOE.

P. ¿Precisa Madrid, como ustedes pretenden, unos nuevos barrios donde vivirán tantas personas como en Alicante entero?

R. Hay que ser realista. Mucha gente quiere vivir en Madrid. Tenemos que proporcionarles esa posibilidad. Por otro lado, los que se van a vivir fuera a sus aledaños producen luego problemas funcionales de movilidad mucho mayores que si vivieran dentro. Incluso son ciudadanos que viven fuera, pagan sus impuestos fuera, y sin embargo utilizan la ciudad como los demás. Con los nuevos barrios queremos ofrecer suelo con suficiente impacto en el mercado como para que además sea barato.

P. ¿No será que necesitan ustedes vender ese suelo para saciar la sed de la endeudada hacienda municipal?R. No. Posiblemente, al cambio perderíamos económicamente. Basar esa ampliación en la vertiente exclusivamente económica_no sería una buena operación.

P Usted sepregunto hace un año, tras un suceso en una infravivienda, que por qué los inmigrantes no se quedan en sus pueblos en lugar de venir a Madrid. ¿Se ha respondido ya a esa pregunta?

R. Vamos a ver. Lo que más me ha dolido de mi mandato es que, aprovechando el contexto de una frase, me hayan llamado racista, y sobre todo que lo dijesen personas que conscientemente sabían que no es verdad. Que eso pueda decirlo alguien que me conozca... no lo entiendo. Lo que dije es que si muchas personas supieran las dificultades que se van a encontrar aquí posiblemente no vendrían. Y a eso me refería yo: ¿por qué no se les informa? Ellos mismos dicen: si supiera cómo iba a vivir aquí no habría venido. La dificultad del municipio es enorme para poderles atender como corresponde... vienen sin trabajo, sin dinero, sin techo... Y hay gente que me dice: "Está usted dando viviendas para realojamiento, y sin embargo yo tengo unos hijos que quieren vivir aquí y usted no les da los pisos que les da a los inmigrantes". Me gustaría que la ciudad pudiera ir absorbiendo a estas personas, como Alemania absorbió a los españoles que fueron allí en otra época... Mi expresión fue de desgarro ante la impotencia para atender a los inmigrantes. De todas formas, éste es un problema que ha de resolverse entre el Estado, la comunidad autónoma y los ayuntamientos.

P. ¿Está usted seguro de que la incineradora de Valdemingómez no producirá cáncer a nadie?

R. Eso es lo que yo deseo. Me tienen que asegurar los técnicos que eso es así. En ningún sitio del mundo producen cáncer. El otro día, un técnico italiano asesor de medio ambiente en la ONU me decía que la quema de un rastrojo produce dioxinas más peligrosas que una incineradora. ¿Por qué las hay en París, en Viena, Estocolmo, Mataró -con un gobierno del PSOE- y ahí no se produce ningún efecto? No es moral asustar a la gente. El alcalde de Roma, que es ambientalista, verde, está pensando en una.

P. ¿Cuándo empezará a funcionar?

R. Cuando los técnicos me aseguren que está todo en orden.

P. ¿Por qué sus bandos no se aplican, como el de carga y descarga, como el de las multas a drogadictos? ¿Por qué las multas de tráfico o de la ORA no se cobran?

R. Ésas son las dificultades que hemos analizado en el grupo de los alcaldes de las siete ciudades españolas más pobladas. Y hemos pedido modificaciones legislativas para tener mayor capacidad de cobrar las multas y más autoridad legal. De todas formas, yo en esto no puedo luchar solo -con la Policía Municipal- si no hay una implicación y colaboración de los ciudadanos, las empresas y los sindicatos.

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Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

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