El factor sorpresa
La Bolsa española se vio arrastrada ayer por las turbulencias de los mercados de divisas, a pesar de que la peseta no se involucrá en ellas. La caída del dólar y de la Bolsa de Nueva York, en una reacción en cadena ante el inesperado incremento de las peticiones de subsidio de desempleo y el descenso en la construcción de nuevas viviendas, que indican que la economía estadounidense no anda muy bien, y los rumores, luego desmentidos, sobre el pago de la deuda por parte de México. Estas caídas tomaron por sorpresa a los inversores españoles, en esos momentos intentando consolidar el nivel de 300% para desde él intentar nuevos avances y provocaron movimientos precipitados cuya consecuencia fue una pérdida del 1,62%, 4,91 puntos, en el índice general de la Bolsa de Madrid.El volumen negociado fue relativamente alto, 30.000 millones de pesetas, para una sesión de carácter vendedor, aunque la mayoría de ellos se habían contratado por la mañana, cuando los planteamientos del mercado eran totalmente diferentes. El mercado secundario de deuda mantuvo su recuperación y, al cierre, el Ibex 35 cayó un 1,88%.
