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Bossano desafía a Londres, y se niega a aplicar en Gibraltar las directivas de la UE sobre blanqueo

I. C.Joe Bossano está decidido a desafiar a Londres. El jefe del Ejecutivo de Gibraltar se niega a acatar la petición del secretario del Foreign Office, Douglas Hurd, de introducir en la legislación de la colonia las directivas comunitarias contra el blanqueo de dinero.

Hurd le formuló por segunda vez esta exigencia el 15 de mayo y le dio para trasponer las directivas un plazo de "varias semanas" que, según algunos diarios británicos, expira el 15 de junio. Si no lo hace, Londres puede aplicar, a través de su gobenador, la legislación comunitaria por decreto (Order in Council), puenteando al Parlamento local o incluso abrogar la Constitución de 1969 y gobernar directamente el Peñón.

El ultimátum del Reino Unido a su colonia coincide con la preparación por parte española de sanciones unilaterales contra Gibraltar tras el fracaso de las dos reuniones celebradas en enero y abril para poner en pie una cooperación tendente a erradicar el contrabando de tabaco y el tráfico de drogas que se generan a partir de la Roca.

Aunque rehusó desvelarlas, el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, confirmó el martes ante la prensa que "se trataba de medidas para acabar o, por lo menos, entorpecer los tráficos ¡lícitos". Aseguró que la iniciativa no tenía nada que ver con una "represalia" española por la falta de solidaridad británica con España en la guerra del fletán con Canadá.

La prensa británica interpreta la premura del Foreign Office por tener "encarrilado" el problema gibraltareño por su deseo de evitar choques con España cuando, a partir del 1 de julio, presida la Unión Europea (UE).

A pesar de las amenazas, Bossano no da su brazo a torcer. Desde su entrevista con Hurd ha multiplicado las declaraciones al diario local Gibraltar Chronicle y a la prensa británica que le ha visitado. "Vamos a retarles", repite. "No vamos a pemitir que el Gobierno británico nos diga qué leyes debemos adoptar en Gibraltar ( ... )".

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"La respuesta es que cuanta más presión utilicen para doblegarnos, menos probable es que diga sí", añadió. "Rechazo totalmente que Hurd, Major (primer ministro) o Clarke (ministro de Finanzas) sean las personas adecuadas para juzgar las cualidades del Gobierno que resulta de la voluntad popular de los habitantes de Gibraltar".

Poner orden

Ante el riesgo de que Londres opte por poner directamente orden en la colonia, Bossano cree que le legitimidad de tal actuación podrá ser denunciada ante los tribunales del Reino Unido. "No estamos dispuestos a aceptar", declaraba al diario The Independent, "una situación en la que funcionarios del Reino Unido den órdenes a un Gobierno elegido" democráticamente.

¿Por qué se niega a aplicar la lista de directivas y reglamentos que Hurd le entregó? Porque, contesta Bossano, "puede ser algo que no sea conveniente para Gibraltar". Colocaría una losa reguladora sobre la emergente plaza financiera, agrega. "En claro", interpreta un diplomático español, "dice que perjudicaría al lavado de dinero".

Además, prosigue el ministro principal, "el Reino Unido quiere que Gibraltar vaya más allá de la directiva de la UE y aplique lo que no es obligatorio", es decir que prohiba el blanqueo de dinero generado por todo tipo de actividades criminales y no sólo el narcotráfico.

Peter Caruana, el líder de la oposición a Bossano, se pregunta si Ias demandas formuladas por Hurd son inaceptables para Gibraltar o sólo inaceptables para Bossano", al que pidió que publique la lista que le remitió el secretario del Foreign Office.

El ministro principal gibraltareño se muestra convencido de que las amenazas de Londres constituyen ante todo un intento de apaciguar las iras de España pero, en Madrid, los diplomáticos que siguen de cerca el contencioso dudan de la voluntad del Gobierno de Major de sanear su colonia. De ahí que, por ahora, sigan elaborando las sanciones unilaterales para suplir la falta de cooperación británica y gibraltareña.

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