El líder palestino Faisal al Huseini advierte del riesgo de una nueva Intifada

Faisal al Huseini, el dirigente palestino encargado de los asuntos de Jerusalén, aseguró ayer que existe el riesgo de una "Intifada[revuelta de las piedras] generalizada" si Israel mantiene su política de confiscación de tierras árabes en Jerusalén Este. Es la primera vez desde el comienzo de la autonomía palestina, hace un año, en que un dirigente de la OLP evoca tal posibilidad. Al Huseini, próximo a Yasir Arafat, supervisó las negociaciones de paz antes de la apertura de las históricas conversaciones directas que abrieron la vía a la paz.

"Puede ocurrir. Por el momento, podemos impedirlo. Pero, si perdemos el control, otras fuerzas en Palestina y en todo el mundo árabe se harán cargo de la situación", afirmó Al Huseini, quien predijo "una Intifada, no solamente en Jerusalén y los territorios ocupados, sino en todo el Próximo Oriente". Al mismo tiempo, subrayó que Israel "ya se había apoderado del 34% de las tierras árabes de Jerusalén Este". El actual contencioso se centra en la decisión de confiscar 53 hectáreas de terreno anunciada el mes pasado.

Traduciendo la exasperación en medios de la OLP, el ministro palestino de Finanzas, Mohamed Zohdi Nachachibi, aseguró que la autoridad palestina debería suspender las negociaciones sobre la extensión de la autonomía a Cisjordania, a las que calificó de "marginales e inútiles".

La crisis ha sido el detonante para la convocatoria de una cumbre árabe, para el próximo sábado, que, aunque reducida, será la primera que se celebre tras la división en las filas árabes posterior a la invasión iraquí de Kuwait, en agosto de 1990, y la posterior guerra del Golfo.

Según anunció ayer Abdelhadi Butalev, consejero del rey de Marruecos, Hassan II, que comenzó en El Cairo una gira par invitar a los dirigentes a la cumbre, ésta se celebrará el próximo sábado, probablemente en Casablanca.

El fracaso del Consejo de Seguridad de la ONU en aprobar una resolución de condena a Israel por la expropiación de tierras, a causa del veto de Estado Unidos, ha acelerado las gestiones.