La leyenda de Rijkaard
Frank Rijkaard ha jugado 196 partidos con el Milan, 335 con el Ajax y 73 en la selección holandesa. Viste la camiseta del Ajax en el partido cumbre del fútbol europeo frente a su antiguo equipo y en Viena donde marcó el gol de la victoria para el Milan sobre el Benfica en la final de 1990.El hombre que ahora se despide como una leyenda aterrizó en La Romareda cuando parecía perdido para el fútbol. A raíz de un precontrato firmado con el PSV se había ganado las iras de Johan Cruyff, técnico del Ajax en aquella temporada de 1987-1988. Las desavenencias abocaron a su salida de Amsterdam y su fichaje por el Sporting Lisboa.
El Milan le fichó para acompañar a Gullit y Van Basten, y el resto ya es historia. Optó por volver al Ajax en el verano de 1993 para eludir la presiones del Milan. Su técnico, Louis van Gaal, dice: "No perdemos sólo al futbolista, sino a una persona muy importante en el vestuario".
Rijkaard, convencido de que sus 32 años le dan derecho a una digna retirada, soporta con estoicismo el alud de entrevistas solicitadas. Pero después de su despedida, esta semana, lo importante no será lo que él mismo diga, sino lo que dicen de él los demás. Montecarlo le espera. Allí tiene su casa. Allí esperará a Van Basten.
