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Borrell convoca a los constructores y se compromete a intentar mantener el nivel de inversión para 1996

La intención de los constructores de trasladar inmediatamente a sus inversiones y plantillas los efectos del recorte que se espera para 1996 (Véase EL PAÍS del 15 de mayo de 1995) ha provocado la fulminante reacción del ministro de Obras Públicas, José Borrell. Éste convocó -a través del subsecretario del departamento, Antoni Llardén- una reunión urgente con los máximos responsables de SEOPAN (organización que integra a las principales empresas constructoras españolas) para que le explicaran con detalle sus quejas. Este encuentro se produjo ayer en una comida en la que Borrell puso sobre la mesa dos mensajes centrales. El primero es que su ministerio cumplirá con el compromiso adquirido este año para licitar obras por valor de 750.000 millones de pesetas y una contratación de entre 450.000 y 500.000 millones de pesetas, con una baja media del 28%.El segundo mensaje del ministro fue que intentará -no empleó en ningún momento el término compromiso, según fuentes asistentes a la reunión- que el nivel de inversión para 1996 de su ministerio se mantendrá como este año. Es decir, en 683.000 millones de pesetas. Esta cifra es el resultado de aplicar un recorte de casi 30.000 millones de pesetas al presupuesto de inversión inicial.

A la comida -se celebró en Correos y no en la sede del ministerio, como suele ser habitual, por los compromisos parlamentarios y electorales del ministro- asistieron Borrell, Llardén, Fernando Bilbao (presidente de SEOPAN), Mariano Aísa (vicepresidente de SEOPAN y consejero delegado de ELSAN) y Eloy Domínguez (director general de Dragados, que sustituyó a Enrique Durán, vicepresidente de la empresa y de SEOPAN). Los constructores, por su parte, manifestaron que desde SEOPAN no se aconsejará formalmente ningún tipo de ajuste de plantilla a priori y expresaron su tremenda preocupación por el parón que se está produciendo en las administraciones autonómicas y locales como consecuencia de la incertidumbre política.

Una vez que Borrell abandonó la reunión, alrededor de las 16.30 horas, los restantes comensales dieron un pequeño repaso a las últimas cifras del sector. En cuatro meses, Obras Públicas ha adjudicado contratos por valor de 80.000 millones de pesetas y mantiene otros 290.777 millones pendientes de adjudicación. La cartera de pedidos a 31 de marzo de 1995 ascendía a 814.569 millones de pesetas.

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