Reñido apoyo municipal al transporte colectivo

¿Transporte público o privado? Un matrimonio irreconciliable y que divide a una pareja obligada a malentenderse: el Ayuntamiento y la Comunidad, socios en el Consorcio de Transportes, donde la aportación económica de ambos y del Gobierno central subvenciona los billetes de tren, metro y autobús y sirve para explotarlos.Estos días, el Ayuntamiento se intenta zafar de una acusación: la de no haber apoyado el transporte público, pero sí el privado. Varios hechos sustentan el reproche. Primero, en 1992 el gobierno municipal decidió que eran muchos los 16.000 millones que cedía al consorcio y los rebajó a 3.000 millones. Rompió la baraja, pues los otros dos socios jugaron a la baja.

El candidato regional del PP, Alberto Ruiz Gallardón argumenta que cuando el PSOE gobernaba en el Ayuntamiento, inyectaba una media de 4.000 millones. Cierto, pero a partir, de 1990 todos los socios triplicaron su financiación.

Además, el Ayuntamiento considera que desde 1992 ha invertido. 13.500 millones en transporte, y así lo expresa en su programa electoral. También lo dicen sus líderes, incluido el alcalde, José María Álvarez del Manzano en los actos de estos días. El PP da a en tender en su programa que ese total se destina a la ampliación de la red de Metro y de los ferrocarriles", cuando la inversión en obra nueva la hace sólo el Gobierno regional. Esos 13.500 millones es, llanamente, el dinero que ha dado el municipio al consorcio entre 1991y 1995 para la explotación del metro y los autobuses y para reponer material.

Un segundo hecho es el bloqueo y retraso de año y medio de la contratación de las obras de la línea 10 de metro. Se trata de la ya repetitiva trifulca sostenida en este tiempo por Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente, que no de Circulación y Transportes, para que el trazado de la línea no sobrevuele mediante un puente el río Manzanares y 200 metros de la Casa de Campo en superficie. Menos de 100 plátanos han sido el motivo de esta oposición.

Sobre la Empresa Municipal. de Transportes (EMT), cuyo Consejo de Administración preside el alcalde, ha pendido en estos años la espada de la privatización, acariciada desde el PP. Durante la huelga de autobuses de 1992 (del 3 de febrero al 8 de abril, en la que los trabajadores desgastaron al Ayuntamiento y al Consorcio, y también se agotaron ellos) se abrió este debate. El alcalde ha abandonado esta pretensión.

Mientras, la EMT ha renovado la flota con la compra de 479 autobuses por 8.000 millones. El Ayuntamiento ha dudado a la hora de comprar autobuses ecológicos: ha adquirido 16, pero en diciembre de 1994 se negó adquirir otro centenar. Ahora, reclama su compra con cargo a los fondos europeos. Tampoco ha Ayuntamiento la implantación de un billete único para el autobús y el, metro. El PP lo incluye ahora en su propuesta electoral.

Otro medio que regula el Gobierno, municipal es el taxi. El PP no ha convencido a este colectivo, con 15.000 coches legales, para aceptar un área regional, de forma que la persona que se desplaza desde Madrid, por ejemplo, a Móstoles no tenga que abonar el viaje de vuelta.