El Congreso aprueba la rebaja al 150% de la sanción máxima por fraude fiscal
La reforma parcial de la Ley General Tributaria fue aprobada ayer en el Congreso con los votos favorables del PSOE, CiU y el PNV, la abstención del PP y el voto en contra de Izquierda Unida. Esta reforma supone una rebaja de la sanción máxima por fraude fiscal desde el 300% actual al 150% lo que el portavoz de IU, Jerónimo Andreu, calificó de "giro a la derecha". Mercedes Aroz, del grupo socialista, tachó este argumento de "simplista y demagógico" y explicó que se trata de "adecuar el régimen sancionador a una situación como la actual en la que existe un cumplimiento generalizado de las obligaciones.tributarias". Juan Costa, del PP, pidió un nuevo marco que "democratice" las relaciones entre Hacienda y los contribuyentes y argumentó la abstención de su grupo porque la reforma aprobadá ayer "sólo supone un parche".Los nacionalistas catalanes dieron su apoyo a esta reforma, pero dejaron palpable alguna fisura en el consenso con los socialistas y un leve acercamiento al PP. Por ejemplo, no aceptaron el intento de consenso que hizo el PSOE para que a los empresarios con dificultades no tengan que avalar las sanciones cuando presenten un recursos. Tampoco fue posible un acuerdo para elevar de cinco a diez millones de pesetas el límite a partir del cual se harán públicas, con nombres y apellidos, las sanciones por fraude fiscal. Sólo se aceptaron dos nuevas enmiendas, además de las aprobadas en Comisión la pasada semana; la primera consiste en que Hacienda tendrá que especificar en qué oficina bancaria están los fondos y valores que quiere embargar por impago, de una deuda tributaría; y también que las liquidaciones provisionales exigen ser notificadas previamente. La reforma de la Ley Tributaria debe pasar ahora al Senado para su posterior aprobación. definitiva por el Congreso.