Educación y literatura
¿Quién iba a pensar que, en vísperas del siglo XXI los responsables de la educación se olvidasen de la literatura? Invito a los incrédulos a echar un vistazo a la LOGSE, sobre todo en lo que se refiere a la enseñanza secundaria obligatoria, o a darse un paseo por las aulas de la reforma, donde podrán comprobar que en la maraña del todo vale, tan importante es una carta comercial como un poema de Antonio Machado o un anuncio publicitario como un fragmento de Cien años de soledad.
Y por si las cosas no estuviesen claras, que les pregunten qué pasa con la literatura a los coordinadores de la nueva selectividad de la LOGSE. Ya ni siquiera preguntan por ella en las nuevas pruebas de lengua castellana y literatura; ¿para qué?, dirán, si es mucho más importante un objeto directo que Valle-Inclán, o el valor de una perífrasis verbal que García Lorca. ¿No será que es mucho más corto?
A finales del siglo XX la literatura en España pasa a ser cesante. "Cesante de hombre libre y pájaro cantor", respondía Max Estrella al policía que le interrogaba en Luces de bohemia.-
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