Tres altos cargos del PSOE, espiados en hotel Chamartín
Los dirigentes socialistas madrileños se sienten observados y espiados. El marcaje habitual sobre todos sus actos, propio de la campaña electoral, ha dado paso a otro, más profesional, cuya procedencia no comprenden. El presidente regional, Joaquín Leguina, cree que su teléfono particular está pinchado desde hace años. Dice que no le preocupa porque presume de estar políticamente limpio y de ser, en ese sentido, inatacable. Pese a todo, alguien del partido alertó de las sospechas al Ministerio del Interior. La respuesta se interpretó como tranquilizadora. Pero ahora las suspicacias se han vuelto a desatar: una charla privada mantenida en el hotel Chamartín por cuatro destaca dos militantes de la Federación Socialista Madrileña -entre ellos, el consejero autonómico Julián Revenga-, durante un receso del último comité regional, apareció grabada en el contestador automático particular de uno de los contertulios, Dolores García Hierro Ese día, 4 de marzo, se ratificaron en un salón de ese hotel las candidaturas socialistas.
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La charla grabada en el bar del hotel sólo trató "asuntos intrascendentes"
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La portavoz del PSOE en la Asamblea, Dolores García Hierro, aún no se ha puesto en contacto oficialmente con ninguna institución policial para aclarar el autor y el móvil -tal vez la intimidación- de esa escucha, pese a que dice haber comprobado que el teléfono de su casa está controlado, desde hace meses.
García Hierro se llevó un buen susto cuando llegó a su domicilio el sábado 1 de abril, tras pasar una jornada festiva. Al día siguiente, Felipe González hablaría en el primer mitin de precampaña en el Palacio Municipal de Congresos, al que asistió. El hábito la llevó a mirar el contestador. Tenía un aviso. Apretó el botón y escuchó su propia voz, pero no en el mensaje saliente, sino en el entrante: conversaba informalmente con otros compañeros de su partido, en una charla privada que habían mantenido, semanas atrás, durante un descanso del largo comité regional de la Federación Socia lista Madrileña (FSM) celebra do en el hotel Chamartín el 4 de marzo. Un hotel que es cita habitual de convenciones del PSOE, y especialmente del sector renovador.
Entre amigos
Ese trozo de la conversación grabada, probablemente tomada por un micrófono direccional, dura apenas dos minutos. En la reproducción se aprecian perfectamente las voces de los interlocutores. Dolores García Hierro había salido de la sala donde se desarrollaban las reuniones, y conversaba, en tono "frívolo", con otros tres compañeros del PSOE, uno de ellos el consejero de Transportes, Julián Revenga; otro, el actual alcalde de Las Rozas, Jesús Zuñiga, y por último, el secretario general de la agrupación de la FSM de Pozuelo, Paco Cordero. La charla se produjo en un bar del hotel, en torno a una mesa apartada.
La conversación grabada abordaba "asuntos intrascendentes" sobre el partido, en tono de broma y con el lenguaje habitual entre compañeros con años de confianza. En ella no se revela ningún asunto comprometedor, según quienes la han escuchado.
Dolores García Hierro alertó de éste espionaje de sus actos tanto al presidente regional como a otros cargos de la FSM y a profesionales del derecho. Recibió distintas recomendaciones. Desde. denunciar el hecho en comisaría, aportando la cinta magnetofónica, que mantiene guardada, hasta callarlo. Al fin al optó por esta última alternativa.
El presidente regional, Joaquín Leguina, había declarado el pasado 2 de mayo, en una entrevista con Europa Press, que estaba tranquilo ante posibles escándalos en su administración: "No es una hipótesis gratuita afirmar que a mí y a mis colaboradores nos han puesto un espionaje a fondo. Ante el espionaje tengo una sensación agradable, porque ni el control ilegal del espionaje ni el control legal del Tribunal de Cuentas ni el de la Asamblea han hallado nada".
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