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28 MAYOCIUDADES: GIJÓN Y OVIEDO GABINO DE LORENZO: PP

El alcalde de Gijón necesitará a IU

En las últimas elecciones generales y europeas, el PP fue el partido más votado en Gijón. ¿Ocuparía la alcaldía de mantenerse esta tendencia en las municipales? Está por ver. Depende de lo que ocurra el día 30. "Ese día será muy duro", dice Jesús Iglesias, cabeza de lista de Izquierda Unida y acusador particular en el desgraciado caso del petromocho, incidente que costó el puesto al anterior presidente del Principado. IU está jugando fuerte en este envite pues tiene en sus manos el futuro de la ciudad. El pacto sellado con el PSOE en las primeras elecciones municipales democráticas cree que fue gravoso para sus intereses; el éxito lo capitalizó el PSOE; ahora IU reivindica su turno y pasa factura. Ha sostenido la alcaldía de Vicente Álvarez Areces (Tinín Areces) mediante pactos presupuestarios anuales hasta 1995.Este año no lo ha hecho, y el Ayuntamiento ha tenido que prorrogar los presupuestos en espera de los nuevos gestores que ganen el 28-M y se hagan cargo de la alcaldía. IU prevé duplicar de tres a seis sus ediles. Su reto no acaba ahí, sino en arrebatar al PSOE, el liderazgo de la izquierda en Gijón y en Asturias. "No sería una barbaridad optar a la alcaldía", insiste Iglesias. "Nunca como en esta ocasión el ambiente ha estado impregnado de tanta carga de desencanto, de tanta tensión social".

La estrategia de IU, que nunca ha dejado de entenderse con el PSOE de Gijón, tiene enfrente a un animal político de primera fila, Tinín Areces. "Un gestor extraordinario", dice un empresario gijonés que no quiere identificarse. "La Ciudad se le queda pequeña. No hay nadie de su talla en todo Asturias", insiste.

Tinín Areces es un estratega político curtido en el franquismo, que le metió en la cárcel en varias ocasiones cuando estudiaba matemáticas en Santiago de Compostela. Fue secretario general del Partido Comunista en Asturias ("me siento muy orgulloso de mi pasado, al que no renuncio") y sacrificado en la célebre crisis de Perlora en 1978. Apartado de la lucha política de primera fila, Maravall lo rescató para integrarlo en su equipo del Ministerio de Educación del primer Gobierno socialista.

Su aterrizaje en la alcaldía de Gijón, a pesar de suceder a otro socialista, ha sido clamoroso. El punto de partida era difícil; la ciudad peor urbanizada y quizá con mayor densidad de población de España. Una ciudad que en poco más de una década, la de los sesenta, dobló su población sin que sus responsables municipales pusieran el menor orden en su crecimiento, con unas fachadas marítimas dignas de figurar en los manuales de arquitectura entre las más horrorosas del mundo.

Tinín Areces, campechano, listo, no puede tirar el centro de Gijón, pero ha recuperado el paseo marítimo, se ha inventado la playa de Poniente y ha convertido un decrépito puerto pesquero en un puerto deportivo integrado en la ciudad.

Su asignatura pendiente es completar la red de saneamiento y concluir los emisarios para liberar las playas de las aguas negras que todavía se vierten en ellas. Ha logrado, que el trazado de la autovía del Cantábrico pase por Gijón. Ha arrancado fondos del Principado y del Gobierno de la nación para crear barrios de viviendas sociales y polígonos industriales para dar cobijo a futuras industrias que palíen el desplome minerosiderúrgico de una ciudad con el índice de afiliación sindical más alto del país. Su voz se escucha y se impone.

Nada que ver con la familia del fundador de El Corté Inglés (Ramón Areces), ha logrado la complicidad de esta poderosa cadena de distribución para agotar en tres días las entradas del único y próximo concierto que Los Rolling Stones darán en España.

El PP espera arrasar en Oviedo

A 26 kilómetros de distancia, Oviedo, la capital que gobierna el PP. Su alcalde, Gabino de Lorenzo, un ingeniero de Minas que a sus 52 años ha recibido la carta de jubilación anticipada presenta la otra cara de la moneda asturiana. De Lorenzo arrebató la alcaldía al PSOE con la ayuda del CDS. Ahora nadie duda que ganará en esta comparecencia ante las urnas, y por mayoría absoluta.El alcalde ovetense puede permitirse el lujo de ser el edil que mejor balance puede presentar de todos sus colegas populares. En cuatro años le ha dado la vuelta a la ciudad. Caso insólito entre los alcaldes de la nueva generación del PP, ha cumplido las pautas marcadas por Francisco Pol, el arquitecto urbanista redactor del plan general, y ha peatonalizado 47 de sus 150 calles. La imagen de Oviedo resulta irreconocible para quien no la veía hace más de cuatro años. Ningún ovetense le niega sus arrestos para levantar las calles y dejarlas libres de coches. El giro ha sido espectacular. Las calzadas para el tráfico han desaparecido y los edificios han cubierto su aspecto sombrío con fachadas de colores vistosos con pintura sufragada al 85% por el Ayuntamiento. "Hemos humanizado la ciudad. Hemos recuperado calidad de vida, sosiego, tertulias callejeras, seguridad...".

Gabino de Lorenzo no recibió como otros ediles una patata caliente cuando accedió a la alcaldía. Su antecesor socialista se dedicó a ahorrar, gesto que no perdona ningún elector municipal. Heredó un superávit de más de 2.000 millones y lo invirtió en varias operaciones de choque. Ha levantado tantas aceras, tantas fuentes, tantas farolas, que no le da tiempo a inaugurarlas. "Me gusta cortar cintas; me quedan 60 hasta el día de las elecciones", dice este ingeniero de Minas, que le ha tomado el gusto, al populismo. Promotor de veladas de boxeo (trajo a Mickey Rourke), temporadas de zarzuela, pruebas hípicas para arrebatarle a Gijón la que tradicionalmente organizaban los militares, gastos protocolarios, actos sociales, invitaciones (horas antes de la entrevista envió a esta periodista un centro de flores y sendas ediciones en papel y vídeo de La Regenta), una caballerosidad que le ha costado al erario municipal 1.800 millones de pesetas fuera del control presupuestario.

A Gabino de Lorenzo ningún otro político le hace sombra, a pesar de haber doblado y triplicado algunos impuestos municipales nada más acceder a la alcaldía. Arrasará. Incluso le votará gente habituada a respaldar a Izquierda Unida. Acostumbrado a asombrar a los ovetenses con espectaculares fuentes o farolas de cinco lámparas, "que permiten leer el periódico por la noche", y los mismos chirimbolos publicitarios que José María Álvarez del Manzano ha colocado en Madrid, su reto, una vez lavada la cara a Vetusta, es que la ciudad recuerde para siempre su nombre con una serie de proyectos monumentales. Un nuevo recinto ferial, un palacio de congresos, completar las rondas -con permiso de Borrell, el ministro que más admira- y un auditorio de 1.600 plazas por 1.600 millones de pesetas, que ha encargado a Rafael Vega al no entenderse con Rafael Moneo, su inicial proyectista.

En su regate contra su Gijón rival, De Lorenzo está dispuesto a mantener el monopolio de la universidad asturiana, un monopolio que Tinín Areces e incluso su colega y candidata a la alcaldía gijonesa Cherines Fernández están dispuestos a arrebatarle, instalando en la ciudad asturiana la sede de las nuevas titulaciones universitarias.

Gabino de Lorenzo luchará hasta el final por este monopolio después de revalidar su alcaldía en Oviedo. Confía obtener mayoría absoluta y ser el alcalde del Partido Popular más votado de España.

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