Barras y barrotes

VIENE DE LA PÁGINA 1El concejal popular Luis Molina, responsable del vertedero de Valdemingómez, matizó que siempre se concede permiso para visitar las instalaciones cuando se presenta con antelación una solicitud, lo que no ocurrió ayer. No obstante Molina asegura que dio su autorización verbalmente cuando fue informado de que Barranco y un grupo de periodistas y militantes socialistas pretendían entrar en el basurero, pero cuando llegó el plácet para el séquito, se habían ido.

Barranco pretendía explicar en el basural por qué su grupo se opone a la incineradora que el PP construye en Valdemingómez para quemar los desechos de Madrid. Los candidatos se empeñaron ayer en hablar de medio ambiente. Joaquín Leguina (PSOE) prometió en Alcorcón que, si continúa como presidente, frenará la intención del PP de urbanizar 700 hectáreas de la Casa de Campo. Álvarez del Manzano le contestó desde el parque del Retiro: "No se construirá nada en la Casa de Campo, excepto en las zonas acotadas para ocio, cultura y depgrte". Mientras, como si se tratara de una lectura colectiva de pensamiento, Paco Herrera, candidato de IU a la alcadía, paseaba por la Casa de Campo.. Allí, propuso trasladar el Parque de Atracciones al ensanche de Vallecas Villa, un terreno donde el alcalde quiere levantar viviendas y Leguina no le deja. Sería el primer paso para sacar del parque las actividades incompatibles, y, de paso, poner barrera a los 100.000 coches que "lo invaden" los fines de semana.

La llave del sur

Además de la batalla verde que ayer entretuvo a los candidatos, Leguina bajó a Alcorcón, al fiente del sur. Los municipios del desteñido cinturón rojo tienen parte de la llave del próximo Gobierno autonómico, consideran los estrategas. De hecho, el PP ya ha paseado a su líder, Alberto Ruiz Gallardón, por la zona y pronto lo hará con José María Aznar. El sur es esencial. De los siete municipios de más de 100.000 habitantes de la Comunidad, cinco de ellos están ahí. Suman una población cercana al millón de habitantes. Ante este panorama, Leguina desgranó promesas para Alcorcón (144.850 vecinos). La más importante: una extensión de la Universidad.