Concentración de desagravio ante la sede socialista atacada en Bilbao
Varias decenas de vecinos y cargos públicos se concentraron ayer frente a la sede del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSE-EE), la casa del pueblo, del barrio bilbaíno de Otxarkoaga, para denunciar el atentado que sufrió durante la noche del sábado. Una veintena de encapuchados lanzaron, al finalizar la manifestación convocada por HB, varios artefactos incendiarios y un bidón de cinco litros de gasolina que, gracias al regente del local, no llegó a explotar. Todos los partidos condenaron ayer el suceso. El ministro de Obras Públicas, José Borrell, les pidió en Bilbao que "cierren filas contra la bestia del fascismo, que, aunque aparece con ropajes diferentes, siempre es la misma".El atentado sucedió poco después de las 21.30 horas, al término de la manifestación convocada por la Mesa Nacional de HB, cuando un grupo de encapuchados, tras desalojar a siete adultos y dos niños que se encontraban en su interior, quemaron el recinto. Para ello arrojaron un artefacto incendiario que tenía que hacer explotar un bidón de gasolina de cinco litros. Finalmente, el regente evitó males mayores -la sede está en la planta baja de un bloque de viviendas- al sacar al exterior el bidón en medio de las llamas que había causado el cóctel molotov. Al hacerlo, resultó con alguna herida leve.Borrell se sumó al homenaje que dirigentes socialistas realizaron ante la casa del pueblo. Varios vecinos mostraron su preocupación por este tipo de hechos, ya que si el bidón hubiera llegado a estallar habría estado en peligro el bloque.
El presidente del PP en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, condenó de forma "tajante" tanto este ataque como los sufridos en varias oficinas del PP. Dijo que "el PP y otros partidos son blanco de los ataques de los de HB o Jarrai" y recordó a los violentos que lo único que consiguen con atentados al PP es "poner de manifiesto su implantación".
Oreja criticó también al PNV y a su presidente, Xabier Arzalluz, al que responsabilizó de la "radicalización que está sufriendo el escenario político vasco" y le pidió reflexión. "Las actitudes y declaraciones de Arzalluz están causando división en la sociedad vasca y auténticos abismos entre muchos vascos y españoles".
Por su parte, el secretario general de IU, Javier Madrazo, puso de manifiesto que la actitud de los de HB, KAS y Jarraí supone el "desprecio más absoluto a la pluralidad política de este país". Para Madrazo, los autores e inductores de ese tipo de actos "no creen en la fuerza de los argumentos y las ideas, sino sólo en la violencia. Es un gran desprecio porque su única aportación es sembrar odio, quemar autobuses y bancos, cosas que pagaremos los trabajadores con impuestos".
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