"El cautiverio ha convertido a mi padre en un símbolo del islamismo"
"El cautiverio ha convertido a mi padre en un símbolo del islamismo en Marruecos". Quien así habla es Nadia Yasin, de 36 años, madre de cuatro hijos, licenciada en Ciencias Políticas, hija del líder integrista Abdesalam Yasin, responsable espiritual de Justicia y Caridad, quien desde 1990 se encuentra detenido en su domicilio de Salé en virtud de una singular resolución administrativa.Justicia y Caridad, la organización integrista más importante de Marruecos, que se mueve en tre la ilegalidad y la permisividad, ha fracasado en su intento de convertirse en un partido político, pero a pesar de ello actúa y está presente en todo el país, es pecialmerite en las universidades, donde asegura controlar el 90% de los órganos de representatividad de los estudiantes.
"El régimen de Rabat cometió un gran error al decretar la detención de mi padre, porque ello le ha convertido en un símbolo político y nuestra organización ha salido ganando", asegura Nadia, vestida de, riguroso hijab, en su casa del barrio de Salé, a poco menos de 500 metros del pequeño chalé en el que su padre se encuentra recluido y vigilado por una pareja de policías de paisano.
"La vida de mi padre (un funcionario del Ministerio de Educación) no ha cambiado en nada. Tenía ya entonces unas costumbres muy austeras. Salía muy poco. Ahora se dedica a escribir, a escuchar la radio, a hacer gimnasia y a cuidar su salud. Hace cerca de un año ha descubierto el valor curativo de las plantas. Su única diversión es la que le dan sus nietos, cuando vamos a verle", continúa Nadia. Ella, su. esposo y sus cuatro hijos son las únicas personas autorizadas a visitarle con cierta asiduidad.
No se vislumbra Por el momento la liberación de Abdesa lam Yasin. Su hija califica la reclusión de inadmisible e ilícita y desmiente los rumores de su inminente puesta en libertad. Recalca que nunca ha habido contacto con el Gobierno, salvo los registrados en 1990, cuando un mensajero trató de negociar y ofreció la libertad de los máximos responsables de la organización, incluida la de su padre, a cambio de respetar determinados principios institucionales.
"La libertad de mi padre es imprevisible, algo característico del régimen marroquí. Igual sucede con otros 11 miembros de nuestra, organización, condenados a 20 años de prisión y encarcelados en Kenitra por los incidentes acaecidos en las universidades, de Fez y Casablanca. Estos detenidos no se beneficiaron de la amnistía dictada el pasado verano, aunque sí salieron 20 de los nuestros", dice Nadia.En enero pasado, Abdesalam Yasin, celebró el quinto aniversario de su encierro con la publicación de un libro polémico titulado Diálogo con los señores demócratas, que, en opinión de su hija, ha provocado un pequeño gran escándalo entre los partidos políticos a los que iba dirigido. Nadia no se sorprende de ello, entre otras razones porque desde hace dos años los partidos políticos marroquíes intentan adoptar, por razones electoralistas, una parte del discurso islamista de Justicia. y Caridad.
"La reivindicación del discurso islamista sólo tiene cierta lógica en el partido nacionalista Istiqlal, ya que desde el primer momento de la independencia, el islam y la figura del rey fueron los principales puntos de su discurso. Los otros partidos lo hacen por oportunismo, especialmente los de izquierda, que se han estado definiendo hasta ahora como laicos", explica.
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