El fiscal del Supremo insiste en que Serra y García Vargas deben ser inculpados en el'caso Crillón'

El fiscal del Tribunal Supremo Luis Beneytez ha recurrido una providencia del magistrado Eduardo Moner, instructor del caso Crillon, y le ha solicitado que considere al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y al ministro de Defensa, Julián García Vargas, como imputados en el procedimiento abierto tras la denuncia de Luis Roldán, quien les acusó de encargar el informe Crillon sobre las actividades de Mario Conde, ex presidente de Banesto.

El fiscal pidió al magistrado el pasado 19 de abril que comunicara a Serra y García Vargas las acusaciones de Roldán para que pudiesen iniciar las actuaciones necesarias "para su defensa". Esto hubiera supuesto tanto como considerarlos inculpados. El magistrado rechazó esta petición el 5 de mayo y afirmó: "No ha lugar, por ahora, a otorgar la cualidad de imputados a los denunciados por el señor Roldán".Serra reiteró ayer en el pleno del Congreso, respondiendo a una pregunta de Luis Ramallo (PP) durante la sesión de control del Gobierno, que ni él ni ningún miembro del Gabinete encargó el informe Crillon.

El titular de Defensa, Julián García Vargas, volvió a negar, mediante una nota oficial y también en declaraciones en los pasillos del Congreso, que él hubiera informado en ningún momento al ex presidente de Banesto de la existencia del informe, como se asegura en el recurso presentado ayer por los abogados de Mario Conde contra la exigencia del magistrado Moner de que Conde, antes de ser aceptado como parte en el caso, concrete qué supuestos delitos le han perjudicado. Esta acusación contra García Vargas ya fue publicada por el diario El Mundo, donde el ex banquero mantiene una participación accionarial del 6%.En el Congreso, Ramallo preguntó a Serra si negaba que él o algún miembro del Gobierno habían encargado el inj'orme Crillon. Serra fue lacónico: "Efectivamente, lo niego". En su réplica, Ramallo le recordó todas las informaciones periodísticas en las que se relatan las imputaciones de Roldán, y las afirmaciones del ex director de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal y otras personas relacionadas con Interior. Ramallo tachó a Serra de ser no "el oyente" del Gobierno sino "el escuchante" y aventuró que su misión "es saber qué hacen todos los demás, porque este Gobierno espía a los diputados, a los jueces, a los periodistas y a quien haga falta".El vicepresidente acusó a Ramallo de "ser incapaz de hacer política sin manipular, lanzar falsas acusaciones o adelantarse a decisiones judiciales".Serra recordó que, ayer mismo por la mañana, García Vargas había desmentido las falsas acusaciones y la infamia" de que hubiera avisado a Mario Conde de la existencia del informe, y atacó duramente a Ramallo diciéndole: "La semana pasada pidió a los sindicatos que estuvieran tres siglos callados. Aplíquese usted este castigo: ganará la vida política, la independencia judicial y hasta su propio partido".Al terminar la sesión, Serra y García Vargas hicieron declaraciones en las que reiteraron sus desmentidos. Serra consideró absurdo pensar que García Vargas pueda ser acusado a la vez de usar fondos reservados para encargar al Cesid el informe Crillon y de avisar a la supuesta víctima del espionaje. El ministro de Defensa reiteró que no comunicó nada a Conde porque el Gobierno no había encargado el informe y aseguró que veía el caso "con bastante distancia y muy tranquilo", pese a la petición del fiscal de que se le considere imputado. También advirtió que conviene "evitar entrar en la dinámica que ha creado Roldán".