Aznar acusa a González de romper un doble pacto ara excluir las pensiones de la lucha electoral

Al amenazar de nuevo con una reducción de las pensiones si gana el Partido Popular, el presidente del Gobierno, Felipe González, no incumplió un pacto, sino dos. Ésa fue ayer la respuesta de José María Aznar, que reveló en Madrid, ante 7.000 interventores electorales de su partido, un compromiso personal entre el líder socialista y él para no utilizar nunca más las pensiones como. objeto de debate electoral. Aznar condenó también a los policías que torturan y al Gobierno por indultarles, como acaba de hacer con dos guardias civiles -uno reincidente- de Intxaurrondo, en San Sebastián.

Arrullado por la música de las encuestas, que le pronostican el 28 de mayo una holgada victoria, al líder del PP ni siquiera parece haberle enfadado. la renovación del mensaje electoral de González en 1993, cuando acusó ante las cámaras de televisión a su adversario de prepar una rebaja de las pensiones de jubilación. Lo tenía previsto, según explicó ayer."No es malo que haya pasado", dijo en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid, abarrotada de militantes y colaboradores del partido. "La gente tiene que ver quién respeta la palabra dada y quién miente".

Aznar, no obstante, nunca ha dejado de argumentar que es el aumento del paro y la caída de la ocupación y del número de cotizantes a la Seguridad Social, motivados, según su análisis, por la falta de confianza política, lo que pone en riesgo la viabilidad del sistema público de pensiones.

González expresó el sábado de nuevo sus dudas sobre la voluntad de los populares de mantener la capacidad adquisitiva de las pensiones si llevan adelante su proyectada reforma fiscal. "Ha incumplido un pacto político, el de Toledo", en el que todos los grupos parlamentarios se comprometieron a mantener el sistema público de previsión social, le replicó Aznar. Pero además "ha roto un pacto personal de que ese asunto nunca más sería tema de campaña".

El presidente del PP contó que cuando su formación debatía la firma del pacto de Toledo el portavoz en el Congreso de los Diputados, Rodrigo Rato, tenía dudas sobre su cumplimiento por parte de los socialistas.

Aznar le ordenó que lo suscribiera no por el PSOE, explicó, sino convencido de que "es una garantía para los ciudadanos", pero también de que "los socialistas lo romperían a la primera oportunidad". Como conclusión proclamó solemnemente: "Prefiero decir siempre la verdad a intentar perpetuarme en el poder subido en el caballo de la mentira".

También quiso contestar a los que consideran inviable una reforma fiscal para reducir los impuestos sin aumentar el déficit o rebajar las prestaciones sociales, en lo que parece destinado a ser uno de los frentes de choque argumental más importantes entre PP y PSOE en los próximos meses.

"Ése es el discurso del fracaso, el discurso de los débiles", dijo Aznar, que propuso una comparación entre la carga fiscal municipal de Madrid "y la de cualquier Ayuntamiento socialista, que tiene más impuestos, menos servicios y más deuda".

Aznar recordó que en los últimos años han afrontado reformas fiscales EE UU y el Reino Unido y la tienen en marcha Alemania y Francia. "Son, con Japon, los países más poderosos del mundo, los más competitivos, pero quieren seguir siéndolo, serlo cada vez más". Luego echó mano de una cita del nuevo presidente francés, Jacques Chirac: "El impuesto excesivo mata el impuesto, mata la empresa y mata el trabajo".

El presidente del PP hizo también un canto al imperio de la ley para acabar condenando la tortura y protestando contra el indulto por el Gobierno de dos guardias civiles sentenciados por malos tratos a detenidos. "España", dijo, "tiene que dejar de ser el país en el que hay personas que, debiendo cumplir la ley, la infringen y cometen actos de tortura o el país que tiene un Gobierno que indulta a personas que han torturado".

Aznar dedicó parte de su intervención a convencer a sus seguidores de que hagan un esfuerzo de movilización hasta el 28-M y huyan del exceso de confianza, aunque la abultada ventaja sobre el PSOE que las encuestas le pronostican le empujó a la ironía. "¿Os acordáis", preguntó, "cuando decían que con una distancia de 10 puntos sobre el segundo partido, el nuestro, no había en España altemativa? ¿Qué dirán ahora?".

Precisamente el acto que clausuró, un cursillo para interventores y apoderados en mesas electorales, sirvió para transmitir a las bases del partido ese mensaje de movilización en las zonas favorables. Los asistentes, en cambio, recibieron instrucciones para actuar con cautela en zonas de fuerte voto de izquierda, para no dar lugar a una contramovilización del electorado socialista, y recibieron reiterados requerimientos para no abandonar las mesas electorales hasta el recuento total de votos y no dejarse influir ni desmoralizar por los primeros pronósticos de resultados, basados en sondeos a la puerta de los colegios.

[El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló ayer en La Puebla de Montalbán (Toledo) que las referencias a las pensiones realizadas por Felipe González en Ávila no rompían el pacto de Toledo, según recoge Europa Press. "Lo que dijo ayer el presidente del Gobierno es que hay políticos que pretenden reducir los impuestos del Estado. Tienen que decir qué, es lo que van a reducir de los gastos porque no se puede reducir un billón de impuestos con el teléfono de los ministerios", dijo Rubalcaba.]