1917 bis
Soy un hombre bastante acabado, de 59 años, de profesión músico, pero ya sin trabajo, sin pensión ni asistencia económica alguna, solo, sin mujer, sin hijos, y me cobijo en un piso medio que recibí de mis padres, en el que sobrevivo haciendo pequeños trabajos mecanográficos y alguna traducción a circunstanciales clientes. Dispongo apenas para comer y pagar los mínimos gastos -agua, luz, comunidad-, empiezo a tener deudas y no me alcanza para la contribución urbana, ya debo algunas. Naturalmente no hago declaración de la renta. No la tengo.Pues bien, desde que estamos en elecciones anticipadas, la recaudación ejecutiva municipal,, tan oportuna ella, me ha hecho ya varias diligencias de embargo seguidas, en la Caja de Madrid en una cuenta mía sin uso desde hace años, donde todo lo que me restaban eran unas cuatrocientas pesetas que se han ido quedando con ellas de mitad en mitad, y ahora me envían notificación tras notificación, de apremio, de acumulación, de embargo, y una providencia de prelación.
Si todo esto es el verdadero programa político y social que el actual Ayuntamiento de Madrid practica con los desamparados, que desde su mandato del PP me ha aumentado los impuestos hasta el límite de no poder pagarlos -debemos sufrir esta circunstancia muchísimos- y demuestra que está dispuesto a torturar y acabar por deudas con quien le es imposible y demostrable que no tiene con qué pagar, salvo que por un débito inferior a las 100.000 pesetas le embarguen y subasten su casa como ya están procediendo, entonces yo, señores políticos del PP, no voy a votar el PSOE, ni a IU; yo lo que voy a pensar es que hace falta otra revolución soviética, a ver si la segunda vez, sale mejor, y no estos carniceros del capitalismo liberal que lo que mejor seles da, de siempre, es esquilmar al débil y confabularse con los explotadores-
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