_
_
_
_

Le Pen afirma que "Chirac es Jospin, en peor"

Enric González

Los 4,5 millones de franceses que votan al Frente Nacional (FN) serán libres el 7 de mayo. Su líder, Jean-Marie Le Pen, les dijo ayer que votaran a quien quisieran en la segunda vuelta, según sus "simpatías y antipatías" ya que no podía recomendarles "ni uno ni otro de esos dos candidatos residuales", el conservador Jacques Chirac y el socialista Lionel Jospin. Le Pen anunció quemañana revelará su "voto personal". Y dio una orientación: "Chirac es Jospin, en peor". El caudillo del FN cargó con saña contra el alcalde de París en el discurso que cerró una gran manifestación en la capital.

Según el Frente Nacional, fueron 75.000. Según la policía, 10.000. La Francia más miedosa, violenta y autista mostró la cara en París para exigir "respeto" y gritar su rabia contra casi todo. Se trataba de conmemorar a Juana de Arco (1412-1431), patrona nacional, a quien la novísima liturgia del FN celebra en coincidencia con el Día del Trabajo, y de paso exhibir la fuerza conseguida en la votación del 23 de abril: algo más de 4,5 millones de votos, un 15% del electorado.El desfile fue pintoresco. Entre la margen izquierda del Sena, frente al Louvre, y la plaza de la ópera, en la margen derecha, pasando por el monumento a Juana de Arco, los incondicionales de Le Pen marcharon tras una cabecera de fantasía: una joven disfrazada de santa, a caballo y con pendón; una escolta de falsos jinetes medievales; una tropilla de tambores con uniformes de otras épocas, y una coral de mocetones. Entre la santa y el pueblo llano, Le Pen, su señora y sus tres hijas, recibiendo vítores y ovaciones.

Entre los manifestantes había de todo: familias burguesas con sus loden y sus joyas, mutilados y veteranos de varias guerras, jóvenes pelados y furiosos, alcaldes de pueblo y gentes trabajadoras. Los gritos, los de siempre: "Le Pen, presidente", "Francia, Le Pen, libertad", "Yo también soy racista", "Abortar es matar", "Trabajo para los franceses", y una antología de insultos contra Chirac.

El arranque del parlamento de Le Pen, ya en la plaza de la ópera, fue sobresaltado por dos gigantescas pancartas antifascistas, desplegadas desde una habitación del Gran Hotel y desde la azotea de la ópera. Una vez retiradas y sosegada la multitud, el caudillo ultraderechista abrió su discurso exigiendo respeto a su partido y a sus votantes: "Se nos excluye sistemáticamente, se nos ataca, se nos difama. Los electores del Frente Nacional ya no aguantan más insultos, más desprecio, más marginación. De haber contado con la misma publicidad y el mismo acceso a los medios de comunicación de que dispusieron los otros candidatos", dijo, "yo habría alcanzado la segunda vuelta. ¿Se lo imaginan?". La audiencia se lo imaginó y respondió con un clamor.

Luego, después de autocomplacerse enumerando las virtudes del Frente Nacional, "el partido de los franceses, de los patriotas", "el partido al que han votado más obreros", y pasar lista a todas las poblaciones donde su candidatura quedó en primer lugar el 27 de abril, Le Pen cargó contra Chirac y Jospin, ambos representantes del "partido del extranjero, del euromundialismo, del funesto tratado de Maastricht y del GATT que acabará con todos nuestros agricultores".

Jacques Chirac, como siempre, se llevó la peor parte. Chirac "prometió a sus electores de Corrèze que jamás aceptaría el ingreso de España [en la Comunidad Europea] y les traicionó", Chirac "es un hombre de izquierdas que ha hecho y hará una política de izquierdas bajo una máscara de derechas", Chirac forma parte del "serrallo tecnocrático que aspira a acabar con nuestra república, nuestra patria, para hacer de Francia una simple provincia europea". Le Pen demostró padecer. una auténtica obsesión con Chirac.

Dado que "la elección detestable" del domingo próximo no comportaba "ninguna opción favorable para Francia", Jean-Marie Le Pen optó por dar "a cada uno su libertad y su responsabilidad". Dio, sin embargouna "última oportunidad" a los dos candidatos a la presidencia: "Esperaré a ver si, en el debate [de hoy, en televisión], uno u otro lanzan una señal de buena voluntad hacia el Frente Nacional. Y el miércoles daré a conocer mi voto personal".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_