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Los tribunales vascos actúan contra una guerrilla urbana que causa daños por 1.000 millones al año

Aurora Intxausti

La impunidad con que venían actuando en las calles del País Vasco los grupos de jóvenes violentos próximos a ETA ha terminado. Veintidós personas, en su mayoría militantes de la organización juvenil Jarrai, se sientan hoy en el banquillo de los acusados para responder cada una a una petición fiscal de 18 meses de cárcel por su presunta participación en los incidentes de La Salve. de San Sebastián de 1993.Es el mayor proceso cele brado hasta ahora contra una violencia callejera que, según fuentes de la Administración vasca, produce casi 1.000 millones de pesetas en daños materiales al año.

El juicio que se inicia hoy en el Palacio de Justicia de San Sebastián es la culminación del mayor macroproceso contra la violencia callejera de las juventudes de KAS, el conglomerado abertzale radical del que forma parte ETA.La vista oral ha provocado una gran expectación, tras el salto cualitativo que supuso el brutal ataque del pasado 24 de -marzo contra una patrulla de la Ertzaintza en Rentería (Guipúzcoa), cuyos cinco miembros estuvieron a punto de morir calcinados en una emboscada. Uno de ellos, Jon Ruiz Sagarna, se debate aún entre la vida y la muerte con más del 70% del cuerpo quemado.

La guerrilla urbana que practican los jóvenes próximos a la banda armada ETA está causando estragos en las tres provincias vascas. La Administración autónoma cifra en 6.000 millones de pesetas los daños materiales producidos por esta violencia callejera desde 1987,hasta 1993, a los,que hay que sumar más de 1.000 millones de pesetas en el último año y medio.

Los 22 jóvenes guipuzcoanos que hoy comparecen en el Juzgado de lo Penal número 4 de San Sebastián forman parte del centenar de personas que la policía autónoma detuvo tras los graves incidentis que se registraron en agosto de 1993 en la capital donostiarra, con motivo de la La Salve, y en Bilbao, durante la Aste Nagusia (Semana Grande).

Identiricados por el vídeo

La utilización de cámaras de video por parte de la Ertzaintza puso punto final a la casi total impunidad con que hasta entonces venían actuando los alborotadores, debido a la imposibilidad de identificarlos.

Una decena de jóvenes violen tos han sido ya sentenciados por los incidentes del pasado 14 de agosto de 1993 en San Sebastián, que se saldaron con tres decenas de heridos" y casi 40 más, sin contar los 22 que serán juzgados hoy, están pendientes de juicio. Al menos cuatro de los detenidos ya han sido condenados a penas de entre 12 y 18 meses de cárcel, merced a las filmaciones policiales, que han dado por válidas todos los juzgados donostiarras, salvo el número 2, que consideró el vídeo insuficiente como pruebáválida de identificación en la vista oral.

Entre los condenados está Alfredo Aramburu García, actual mente huido,- a quien la policía vasca considera jefe del grupo que atacó a los ertzainas en Ren tería. En total, más 100 jóvenes han sido encausados, por su par ticipacion en altercados callejeros desde que, en 1992, la Ertzaintza empezó a poner a disposición de los jueces a los presuntos responsables de las algara das; aunque es ahora cuando empiezan a multiplicarse los juicios.

La actuación de los alborotadores, a modo de guerrilla urbana no es aislada, sino que se basa en un método seguido por igual en Guipúzcoa, Vizcaya o Álava, según expertos policiales. La mayoría de estos grupos se refugianbajo el mismo nombre: Jarra¡, organización juvenil de la coordinadora KAS. Sus "acciones de protesta" responden a las convocatorias del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco.

La documentación incautada tras la detención de la cúpula de ETA en Bidart (Francia), en 1992, y las investigaciones policiales realizadas desde entonces han permitido confirmar que estos grupos violentos no actúan de modo aislado. La mayoría de ellos forman parte de una estructura bien planificada por la dirección de la organización terrorista.

Grupos X, Y y Z

ETA diseñó una estrategia, aún vigente, en la que conviven tres tipos de grupos, denominados X, Y y Z. Los últimos son los'propios comandos terroristas, especializados en el tiro en la nuca o el coche bomba.

Los comandos X los forman jóvenes que carecen de organización estable y acuden a las movilizaciones de la izquierda radical abertzale, que concluyen con frecuencia en enfrentamientos con la policía y con actos de violencia.

A medio camino entre el comando terrorista y la algarada espontánea están los comandos Y, que funcionan como células clandestinas y utilizan artefactos explosivos de fácil preparación o botellas incendiarias.

Cada comando Y lo componen cuatro miembros como máximo y un responsable, que recibe dinero, explosivos e instrucciones de sus superiores. Por encima de estos grupos, coordinándolos y dirigiéndoles, hay una férrea y secreta estructura, provincial y nacional, que programa las acciones. La actividad de los grupos X e Y aumenta, en paralelo con el descenso del número de atentados de ETA.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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