España aspirará al podio en 20 deportes

España luchará por medallas en 20 modalidades. En siete por las de oro y en otras siete por la plata o el bronce. En seis más podría aspirar también al podio, aunque ya como sorpresa.

ORO.

Atletismo (2): Dos títulos posibles. Siempre en marcha, aunque el sábado fallaran Massana y Plaza en los 20 kilómetros de la Copa del Mundo de Pekín. Pero García Bragado -campeón mundial en Stuttgart 93, como Massana- fue segundo en los 50. Y conviene no olvidar que su preparación va enfocada a Atlanta. Además, no serán los únicos aspirantes al oro. También los maratonianos, -especialmente Martín Fiz, ha demostrado al ganar en Rotterdam, o Cacho e incluso Cañellas en 1.500.

Ciclismo (1): Con los profesionales en liza, Induráin debería ser una opción segura en la contrarreloj. Y en fondo en carretera todo estará abierto. Moreno, oro en la pista de Barcelona, quizá vuelva en el kilómetro, no en persecución. En bicicleta de montaña difícilmente habrá brillo.

Esgrima (1): La tiradora de origen cubano Taimí Chappé se ha colocado número uno del ranking mundial en espada y ya fue clave en el título de 1994 por equipos. Este arma debuta para las mujeres en los Juegos y es un momento ideal para España. Y sin olvidar a los hombres también en espada, sobre todo.

Judo (1-2): El optimismo para un título, o incluso dos, no es sólo porque puedan repetir Miriam Blasco y Almudena Muñoz, como en Barcelona, sino por el nivel general que sigue muy alto, con tres o cuatro alternativas más.

Natación (1-2): Martín López Zubero, sólo él, pero ya mucho, en 100 y 200 espalda, sus reinos.

Tenis (11-2): Las bazas de Arantxa Sánchéz, Conchita Martínez y Sergi Bruguera se pueden concretar, sobre todo, en el doble femenino. Como mínimo.

Vela (24): Los cuatro oros y una plata de 1992 están casi al alcance otra vez. Dos o tres, al menos, es el bagaje mínimo de títulos mundiales por año. Y se mantiene en pruebas importantes como acaba de suceder en Hyeres.

Total: 9-13 oros.

PODIO

(PLATA 0 BRONCE) > Balonmano (11: Siempre ronda el podio que rebosa en clubes, pero antes incluso debe clasificarse en los próximos Mundiales o en el Europeo de 1996.

Fútbol (1): El oro de 1992 será difícil de repetir y para llegar a Atlanta, además, España deberá pasar antes el difícil trance de hacer lo mismo, al menos, que Bélgica, su rival de grupo en el Europeo Sub 21, pero marcando más coles.

Gimnasia rítmica (1): En conjuntos, que se disputarán por primera vez, se puede aspirar al máximo, como hasta ahora en Mundiales y Europeos.

Piragüismo (2-4): En los últimos Mundiales nueve barcos quedaron entre los ocho primeros puestos. La mejoría de este deporte, con una base júnior tremenda, debe acabar dando frutos, que ya se esperaban en Barcelona. Pero no en aguas bravas, desde luego.

Remo (1): La cosecha debe ser inferior, pero la incorporación de barcos de pesos ligeros puede suponer algún éxito.

Tiro (1): Especialmente en foso olímpico, se mantiene el nivel que ha dado o rozado casi siempre las medallas en el pasado.> Tiro con arco (1): El éxito de 1992, ahora con entrenador danés en lugar de ruso, dependerá de la adaptación. Pero es posible. Serán los mismos.

TOTAL: 8-9, más las sobrantes del oro.

SORPRESAS> Baloncesto: Tiene muy difícil ya la clasificación -quedar entre los cuatro primeros de un Europeo con Croacia, Serbia, Rusia, Alemania, Lituania, Grecia, Italia o Francia- y debería superarse aún más en los Juegos.

Boxeo: Lozano podría ser Reyes, plata en 1992.

Gimnasia artística: El equipo femenino tiene gran nivel, pero en un deporte de altísimo rango. El podio sólo sería posible en algún aparato aislado.

Hockey hierba: El equipo femenino oro en Barcelona se ha renovado y sería una hazaña volver a su nivel. El masculino, con nuevo entrenador, tendría que mejorar el suyo habitual de diploma (8 primeros).

Saltos: Julia Cruz es una finalista europea y hasta medalla de plata en una nueva prueba de saltos sincronizados. Pero el podio olímpico está más lejos.

Voleibol: Está difícil la clasificación y lo es siempre este deporte con media docena de equipos capaces de ganar cualquier alta competición. La sustitución del técnico, el cubano Herrera, que ya brilló en Barcelona, por el argentino Lozano, es otra incógnita. En voley playa ocurre lo mismo o aún peor.