Ruanda, el horror que no cesa
Un soldado de La ONU saca los cuerpos sin vida de dos niños de una pila de cadáveres en el campo ruandés donde soldados tutsis mataron a miles de hutus el pasado sábado. Es el
símbolo de la vuelta al genocidio en el país africano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Limpieza étnica
- Crímenes guerra
- Hutus
- Ruanda
- Guerras hutus y tutsis
- Cascos azules
- Genocidio
- Contactos oficiales
- Mediación internacional
- Delitos contra Humanidad
- Misiones internacionales
- Etnias
- ONU
- Guerra
- África
- Organizaciones internacionales
- Proceso paz
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Delitos
- Defensa
- Política
- Sociedad
- Justicia
