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MATANZA EN EEUU

La bandas paramilitares, 'ultras' encuadran a miles de norteamericanos

Antonio Caño

A. C. Movidas por un odio implacable contra el Estado, las bandas terroristas de la extrema derecha de Estados Unidos han declarado guerra contra el Gobierno que ya se ha cobrado abundante sangre en Oklahoma. Es un fascismo autóctono, con claros signos diferenciadores de los movimientos ultras en otras partes del mundo. Es también un fascismo moderno, tecnologizado, con nuevos lemas incorporados a sus viejas banderas racistas y antizquierdistas.

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Profesión: colocador de bómbas

Presentes desde hace décadas en distintas regiones de Estados Unidos, los grupos de extrema derecha han experimentado en los últimos dos ' años un rápido desarrollo, debido, en parte, a los dos acontecimientos que constituyen su principal referencia: la batalla entre un defensor de la preponderancia blanca y la policía en Idaho en 1992 y el sangriento asalto en 1993 a la sede de los davidianos en Waco con más de 80 muertos. Actualmente se calcula que entre 10.000 y 20.000 personas son activos militantes de bandas armadas de esa orientación, y muchos miles más simpatizan con sus principios y sus métodos. Las llamadas "milicias", herederos de grupos terroristas como el Ku Klux Klan y Nación Aria, están repartidas por más de 30 Estados del país.

Frustración

Ese crecimiento responde, según los expertos, al mismo sentimiento de frustración y desconfianza en el Gobierno que, empujó a millones de norteamericanos a respaldar en 1992 la candidatura de Ross Perot. La victoria de Bill Clinton, su política social y, particularmente, su ley para prohibir varios tipos de armas de fuego excitaron aún más los sentimientos de la extrema derecha.

La defensa de las armas es la causa común de todos estos grupos. "Si pierdes tus armas dejas de ser libre", ha dicho Keith Cameron, uno de los jefes de la Milicia Michigan, el grupo al que se suponen vinculados los autores de la matanza de Oklahoma y la más activa de todas las bandas.

Aunque son grupos de preponderancia blanca y que creen en la supremacía de esa raza, el elemento racista es ' hoy menos significativo, que en el pasado. Tampoco su ideología política es formalmente relevante, pese a que sus propósitos coinciden a veces con las organizaciones neonazis. Su rebelión es contra los impuestos y contra cualquier forma de control gubernamental. Sin embargo, "en última instancia, el objetivo de estos grupos armados es el proceso democrático en su conjunto", afirma Abraham Foxman, director de la Liga contra la Difamación, organización judía que vigila más estrechamente que. el Gobierno la evolución de esas bandas.

Sus integrantes son muchas veces jóvenes cabezas rapadas y ex militares, pero también se entrenan en las granjas de Michigan familias enteras de norteamericanos aparentemente normales que se han creído la propaganda de que un estado totalitario está a punto de apoderarse de sus propiedades y sus vidas.

Las milicias creen que las Naciones Unidas están construyendo, con la ayuda de China y de los restos comunistas de las fuerzas armadas de Rusia, un gran ejército mundial para imponer su doctrina totalitaria. En su opinión, el Gobierno norteamericano es un títere en las manos de ese gran poder diabólico.

Hasta ahora, las autoridades han - hecho poco para frenarlos. En realidad, las armas con las que esas bandas se entrenan han sido adquiridas legalmente, y las milicias, como tal, no habían participado aún en ninguna acción terrorista. Pero el líder de la Milicia Michigan, John Trochmann, había advertido reciente mente: "No queremos un baño de sangre. No queremos recurrir a las balas. Pero si tenemos que hacerlo, lo haremos".

, Algunos de los miembros de, las milicias, que también se, denominan "patriotas" en algunas regiones, intentan hacer compatible moralmente su fe religiosa ,con su disposición a la violencia.

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