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LA SUCESION DE MITTERRAND

Pesimismo en el campo de Balladur a tres días de la primera vuelta en Francia

RICARDO M. DE RITUERTO ENVIADO ESPECIAL, Édouard Balladur, el primer ministro candidato a la presidencia de Francia, se juega hoy el todo por el todo con su Mitin de cierre de campaña de esta noche en Lyón. Los sondeos le siguen siendo poco caritativos y en su campo se observa un cierto pesimismo. A principios de año era el gran favorito para el Elíseo y ahora lucha a brazo partido para salvarse del corte del domingo, con el que se remata una campaña de primera vuelta electoral extraordinariamente plana y desprovista de ideas. "La emoción está en la semifinal de la Copa de Europa" que anoche disputaron el París Saint-Germain y el Milan, comentó ayer Jacques Delors en su condición de presidente del comité de apoyo al socialista Lionel Jospin.

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A tres días de la jornada electoral, todo el interés está centrado en quién disputará el 7 de mayo el Elíseo al gaullista y alcalde de París Jacques Chirac. Jospin lleva una escasa ventaja de dos puntos a Balladur, lo que técnicamente es un empate en intenciones de voto, pero el bando del primer ministro parece estar deprimido.Dos personalidades del entorno de Balladur han revelado en las últimas horas falta de confianza en su futuro electoral. Charles Pasqua, ministro del Interior, relegado a un segundo plano tras sus desastrosas acometidas en los inicios de la precampaña de Balladur, tontea con la candidatura de Jacques Chirac. Es un flirteo clandestino y de imprevisbles consecuencias. Lo más que hace por su candidatooficial es decir que cree que "Balladur es el. mejor presidente posible para Francia", después de haber manifestado que tanto él como su correligionario Chirac son los únicos, hombres con los atributos para hacer frente a las dificultades y peligros que pueda traer el futuro.

Pasqua coquetea con Chirac

Según uno de sus allegados, Pasqua mantiene frecuente contacto telefónico con Chirac y hasta se ha llegado a hablar de que pudiera llegar a hacerse con la cartera de Defensa en un futuro Gobierno tutelado por el hoy alcalde de París. Es una idea que ronda lo descabellado, pero reveladora de lo enrarecido de esta campaña electoral, en la que dos de los tres primeros, candidatos pertenecen al mismo partido, la Agrupación para la República (RPR), aunque sólo Chirac cuente con el aparato del partido y Balladur tenga que conformarse con el apoyo de determinadas personalidades del RPR como Pasqua o de algunos afines, como la ministra Simone Veil.

Precisamente Veil, llamada con urgencia para evitar que Pasqua siguiera haciendo destrozos manifestaba el martes profundamente decepcionada por la evolución de los acontecimientos y tendía sobre el futuro de Balladur un denso velo ole derrota. "No me puedo imaginar quién va a ganar", declaraba, lo que no es mala confesión para quien tiene que apoyar con toda su fuerza a Balladur.

El propio portavoz de Balladur, Nicolás Sarkozy, hacía ayer de tripas corazón y vendía con aparente entusiasmo la idea de que "Balladur será elegido presidente". El argumento era irrefutable: "Son los electores, no lo sondeos, quienes deciden".

La esperanza de los balladurianos se erige sobre ese 30% largo de indecisos de que dan cuenta todavía los sondeos. "Los indecisos se vendrán con nosotros", sentenciaba ayer Sarkozy, transido de un triunfalismo que él espera sirva de talismán: "Se gana no porque se sean muchos sino porque se está decidido a ello". Pero también descubrió su alma de votante para la segunda vuelta. "Entre un candidato so cialista y Chirac no hay duda", comentó.

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