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Transportes rectificará por 1.375 millones el nudo que atasca la N-V

La carretera de Extremadura (N-V) está igual que hace un decenio. La hermana pobre de los accesos a Madrid -es la segunda carretera más utilizada en la región, con 160.000 vehículos al día- ni se amplía por falta de espacio, ni se duplica por la indefinición del plan urbanístico de Campamento. La gran actuación pendiente, la N-V bis, es sólo una intención más del plan regional de carreteras válido hasta el 2001.Además, el Ministerio de Transportes (MOPTMA) reconoce las deficiencias del joven enlace de la M-40 con la N-V, un punto negro que provoca importantes atascos. Por ello, lo rectificará este año, un proyecto que cuesta 1.375 millones.

Los conductores de Alcorcón (142.000 vecinos) y de Móstoles (199.000) se enfrentan día a día con varios tramos de retenciones. Los kilómetros se hacen interminables. Esta situación sólo se ha visto aliviada, aunque poco, con la apertura del tramo oeste de la M-40 en 1994 (que conecta la N-VI y la N-V); los túneles de la glorieta de San Vicente (junio de 1994) y la nueva red de autovías del sur, perpendiculares a la N-V.

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VIENE DE LA PÁGINA 1El relato de los avatares del trayecto desde Móstoles hasta Madrid se caracteriza por su desquiciante regularidad. Todos los días laborables del año, los primeros atascos se producen a las 6.45 horas en las salidas de Móstoles y San José de Valderas, explica Radio Tráfico. El embotellamiento avanza poco a poco hacia la entrada de la capital. A las 9.00 horas, el atasco suele desaparer. De vuelta, las retenciones tienen lugar hacia las 15.00 y entre las 19.00 y 21.00 horas.

La peligrosidad en esta carretera no es muy elevada para su intensa ocupación. En 1994 murieron 11 personas, cuatro de ellas atropelladas. Del total, ocho tenían entre 22 y 28 años, según fuentes de Tráfico.

Mientras los ciudadanos se arman de paciencia, el ministerio reconoce que la N-V resultó la más desfavorecida en el plan Felipe, que finalizó en 1993. El secretario de Estado de Obras Públicas, José Alberto Zaragoza, justifica que no pueden actuar sobre esta carretera hasta que Defensa y los responsables municipales y regionales de urbanismo tomen una decisión sobre Campamento, la zona de cuarteles que flanquea la N-V.

No obstante, las inversiones en carreteras destinadas al suroeste han recaído en las vías que cortan transversalmente la N-V. Las obras terminadas o en ejecución que afectan a su ámbito de influencia han su puesto una inversión de 18.983 millones. La principal actuación del MOPTMA ha sido e tramo oeste de la M-40 (entre las nacionales VI y V), que se ha llevado 14.420 millones.

La Consejería regional de Transportes ha dado un empujón a las vías transversales que cruzan la N-V y unen los grandes municipios de Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada y Leganés, explica el director general de carreteras, Agustín Herrero. La avenida de Meaques (2. 100 millones) diversifica los accesos a Madrid a la altura de Aluche, y la de los Poblados (1.661 millones,) ha conectado la N-V con la de Toledo.

El nuevo nudo con la M-40

Actualmente, la consejería trabaja en el desdoblamiento de la M-511 (Aluche-Boadilla del Monte) entre la M-40 y Campamento por 500 millones; en el enlace de la M-506 (Pinto-Alcorcón) con Fuenlabrada (1.016 millones) y en su tramo entre Móstoles y Villaviciosa. Finalmente, los enlaces de Alcorcón y Leganés de la autovía M-406 requieren 686 millones.

Si en la propia N-V se han invertido cero pesetas, no sucederá igual en un futuro que tiene como horizonte el año 2001. El convenio firmado en 1994 por el ministerio y la Comunidad para invertir en carreteras cerca de 200.000 millones prevé duplicar la N-V. Se trata del eje del Suroeste, que nace de la NV a la altura del Parque Coimbra, circunda Móstoles por el este y llega a la M-40.

Cuando en 1990 se abrió el enlace de la M-40 con la N-V, los técnicos del ministerio ya advirtieron que era una mala solución. El plan de accesos incluye su rectificación por valor de-1.375 millones. El proyecto es ampliar la N-V de tres a cinco carriles entre el cruce con la M-40 y San José de Valderas (kilómetros 10 a 14). Los trabajos comenzarán en verano y durarán siete meses.

La obra consta de tres partes. Por un lado, el MOPTMA abrirá un nuevo acceso independiente de dos carriles a la carretera de San Martín de Valdeiglesias (M-501). Transcurrirán contiguos a la autovía.

La segunda propuesta consiste en que la unión entre la N-V y la M-40 tenga cinco carriles y que ninguno desemboque en otro como ahora. La M40 con dos y la N-V con los tres que traerá desde el kilómetro 10 correrán juntas sin cruzarse. Además, la desviación a Alcorcón contará con dos carriles de entrada directos. A partir de aquí la N-V discurrirá con tres carriles. Una salida desde la M40 permitirá coger la carretera a San Martín de Valdeiglesias pasado el desvío a Alcorcón.

Hacia Madrid, el plan remediará las complicadas salidas de Alcorcón. Una glorieta dará acceso a una salida a la N-V; a Parque Oeste y al cementerio local; a la entrada al polígono y a la M-501. Esta última tendrá salida a la N-V alrededor de una zona industrial.

Habrá cinco carriles desde ese punto, en vez de los tres actuales. Dos de ellos irán al acceso que conduce a la M-40. Los otros tres seguirán en dirección a la capital. Los vecinos de San José de Valderas tendrán que ceder el paso para coger la carretera de los atascos.

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