El Sevilla se encuentra con el mejor Sporting del año
El Sevilla acabó enterrado en su propia basura. Ensució el partido hasta límites insoportables, convencido de que el agobiado Sporting caería. como fruta madura. Pero este Sporting ha empezado a hacerse mayor cuando el nuevo entrenador, especialista en planes de salvación a corto plazo, ha convencido a sus jugadores de que la Segunda División es un mal negocio para todos. El Sporting aguantó, se tragó el sapo de la lesión de su hombre más en forma, Tomás, y con el marcador a favor y el rival justamente mermado, pudo disfrutar de los momentos más lúdicos de la temporada.
En el segundo tiempo, el Sevilla recibió su merecido. Encajó tres goles, pagó con dos expulsiones su perfil malencarado y acabó bailado por un rival que necesitaba una situación así para darse un baño de confianza.
La afición sportinguista disfrutó como nunca, desquitándose de la rabia mal contenida por la fealdad provocada por el Sevilla. Pero antes de que todo estuviese resuelto fue necesario que apareciese el mejor Ablanedo para evitar el empate, al revolverse felinamente a los pies de Súker, que pasó completamente inadvertido por El Molinón.
