Duelo televisado de Gingrich y Clinton para demostrar quien manda en EE UU
Bill Clinton y Newt Gingrich se enzarzaron el viernes en un insólito duelo televisado para decidir quién es en realidad el presidente de Estados Unidos. Gingrich, presidente de la Cámara de Representantes, compareció por la noche en un discurso ante las cámaras -una hora y un escenario tradicionalmente reservado al inquilino de la Casa Blanca- para anunciar que el Contrato con América es sólo el comienzo de una profunda transformación política y social en este país. Pero Clinton se le adelantó con otro discurso en el que advirtió que, a partir de ahora, será él y no el Congreso quien establezca las reglas del juego."Todos juntos, republicanos y demócratas, tenemos que remodelar totalmente el Gobierno federal, cambiar la manera en que piensa, la forma en que funciona, la manera en que trata a los ciudadanos", dijo Gingrich, en un discurso que marcaba los primeros cien días de mayoría republicana en el Congreso y que fue televisado en directo por la cadena CBS. Las otras tres grandes cadenas de cobertura nacional -ABC, NBC y Fox- no incluyeron el discurso en su programación porque consideraron que Gingrich había estado ya demasiado en las pantallas estos días, aunque sí la emisora de cable CNN.
Unas horas antes, hablando en Dallas ante la Sociedad Americana de Editores de Periódicos, Clinton afirmó: "En los primeros cien días correspondía a la Cámara de Representantes hacer propuestas. En los próximos cien días y después, el presidente tiene que dirigir a las fuerzas tranquilas, razonables, de ambos partidos y ambas cámaras para decidir qué es realmente lo mejor para América".
Nunca, desde que los republicanos tomaron en enero control del Legislativo, había Clinton definido tan claramente su papel. Situado en el centro de la escena política, el presidente pretende corregir los excesos de ambos lados, republicanos y demócratas, aprovechar también las ideas positivas de los dos y reforzar su devaluada imagen de líder de cara a la reelección.
Bill Clinton amenazó con vetar varias de las leyes del Contrato con América si son aprobadas por el Senado tal y como ahora están redactadas. Pero, al mismo tiempo, admitió la posibilidad de firmar ésas y otras propuestas si se consigue encontrar un punto intermedio entre los deseos republicanos y los de la Casa Blanca.
En cierta medida, esa posición recuerda al mismo Clinton proclive al compromiso que se ha visto en los dos últimos años.
Pero hoy, comparado con el radicalismo de Gingrich, la opinión pública parece más inclinada a respaldar esa actitud. Una encuesta publicada ayer por The Washington Post indica que un 61% de los norteamericanos cree que Clinton tiene una visión para el futuro del país (57% en el caso de Gingrich), y un 50% considera que el presidente comprende los problemas de la gente común (un 34% cree que Gingrich también).
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