Sobre la Ciudad de las Artes

Como autor de uno de los edificios que integran la Ciudad de las Artes en México, considero necesario aclarar una serie de equivocaciones que aparecen en el artículo El orgullo mexicano, subtitulado 'El espectacular proyecto de Legorreta, cuestionado por su oportunismo político', firmado por Vicente Verdú, que aparece en la edición del día 4 de marzo de 1995 en EL PAÍS. No entraré a discutir los aspectos académicos y políticos del procto.El proyecto de la Ciudad de las Artes es una iniciativa del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que preside Rafael Tovar y de Teresa. La convocatoria y coordinación arquitectónica estuvo a cargo, de Jorge Gamboa de Buen, ex director de Proyectos del Departamento del Distrito Federal (Ayuntamiento de la ciudad de México).

El procedimiento que se siguió para la elaboración del proyecto fue invitar a seis equipos de arquitectos a un concurso de ideas en el que cada uno presentó una propuesta del conjunto. El jurado decidió dividir el encargo y solicitó a Legorreta arquitectos que realizaran un "plan maestro" en el que se incluyera la participación, en el diseño de edificios singulares, del resto de los despachos. La actitud abierta y generosa de Legorreta permitió, no sin las dificultades de una obra colectiva, la realización de una experiencia cuyo principal atractivo es la diversidad. Si bien es cierto que la arquitectura de Legorreta se reclama y es reconocida como mexicana, el trabajo de los demás participantes no puede definirse en términos tan simples.

Teodoro González de León afirma, respecto a su obra, que "el concepto se vuelve una metáfora del sonido cuyo lenguaje es la plástica, misma de la composición; la plástica que inspiró todo el diseño: por un lado, espacios públicos trabajados a fondo y, por otro, la acústica generando la plástica de todo el edificio". Por su parte, Alfonso Pérez Baz comenta que "la participación de un grupo de arquitectos tan disímeles fue para lograr una prolongación de la ciudad: ir caminando por las calles y mirar edificios distintos, cada uno con la personalidad propia de su arquitecto". Javier Sor do Madaleno considera que la arquitectura actual es cada día más universal, ya que "a través de los medios de comunicación, y dentro del proceso de globalización que se vive en estos tiempos, la información circula y logra vincular, de alguna manera, lo que hoy se hizo en Hong Kong, París, Nueva York...".

En cuanto al enfoque conceptual de su obra, Enrique Norten explica: "Elaboramos un lenguaje arquitectónico abstracto, pero contundente, que logra una carga iconográfica mediante una superposición armónica de volúmenes, logrando algunas tensiones entre ellos". Por mi parte, he manifestado que en la Escuela de Danza se ponen en escena, voluntariamente, relaciones formales, funcionales y plásticas que remiten a un hecho arquitectónico actual: la ciudad contemporánea, entendida como multiplicidad de categorías estéticas; verbigracia, la fluidez, la velocidad, la provisionalidad, la obsolescencia y la inconclusión.

Los puntos de vista de los autores, y, con mayor razón, el examen de información veraz y completa, permiten afirmar que, desde el punto de vista de la arquitectura, lo relevante es exactamente que la mayoría de las obras no están planteadas dentro del marco pintoresco y colorido que Vicente Verdú denomina por facilismo o ignorancia, "arquitectura mexicana".-