Las campañas contra programas de televisión afectan a grandes anunciantes

El Corte inglés, Pascual, Coca Cola, Alcampo, Playtex, Ford, Banesto, Nestlé y ahora Kellogg. Tras consultar a su central en Estados Unidos, esta compañía ha reiterado en público una decisión que ya había adoptado reservadamente hace casi un año: no quiere que sus anuncios sean incluidos en programas de televisión con "alto contenido violento y sexual". A su vez, uno de los consejeros del PP en RTVE, Eugenio Nasarre, propone que se nombre un defensor de la audiencia en el ente público.

La compañía Kellogg, líder en la fabricación de cereales para el desayuno, ya había dado instrucciones, en mayo de 1994, para evitar que la publicidad de sus productos se emitiera en programas de televisión violentos o con alto contenido sexual. Transcurrido casi un año, dicha empresa ha considerado necesario insistir en ello, justificándolo en la necesidad de ser coherentes "con los valores de integridad, ética y responsabilidad social" que exige la filosofía de la casa madre.Según José Antonio Lisbona, director de comunicación de Kellogg, la decisión inicial fue tomada tras ver uno de sus anuncios en medio de una serie que Antena 3 emitía el año pasado en horario infantil, que consideraron "inadecuada". La compañía ha insistido ahora en un momento en el que decisiones similares, adoptadas por otras empresas, "aparecen continuamente en los medios de comunicación".

"La empresa ha consultado con la casa central en Estados Unidos, tanto el año pasado como ahora, sobre la decisión adoptada, y ha recibido el visto bueno", explica el portavoz, que corrobora que esa política de la companía es idéntica en otras filiales de Kellogg en Europa.

Las principales cadenas de televisión no se dan por aludidas: tanto TVE como Antena 3 se limitan a afirmar, cada vez que se les pregunta por ello, que no mantienen en su programación espacios de "alto contenido violento o sexual".

Sin embargo, la difusión de estas noticias coincide con la campana pública conducida principalmente por dos grupos concretos, SOS Familia y la Asociación de Telespectadores y Radioyentes. La campaña se centra principalmente en el espacio Esta noche, sexo, que presenta Isabel Gemio en Antena 3 desde principios de año. Lo consideran "pornográfico y obsceno". SOS Familia, que forma parte de una organización católica conservadora fundada en Brasil, inició una campaña de boicoteo del programa, que incluyó la presentación de 5.000 cartas de protesta por el espacio en Antena 3.

No obstante, el portavoz de Kellogg niega que su empresa haya sido presionada por parte de asociación alguna y matiza que "en ningún caso" su postura significa un apoyo a la campaña para retirar el programa de Gemio. A su vez, un portavoz de la compañía Pascual aclara que ha retirado su publicidad "de TVE" y no de un programa concreto de la misma, aunque confirma que no se anuncia en el programa de Gemio en Antena 3.

La audienia de este espacio se mantiene en torno a los cuatro millones de personas -en algunas semanas sobrepasa dicho nivel-, lo cual constituye una respuesta bastante buena por parte del público.

El PP quiere defensor

Por su parte, Eugenio Nasarre, uno de los miembros del consejo de administración de RTVE elegidos a propuesta del PP, considera necesario que una persona canalice las relaciones con los telespectadores preocupados por los contenidos de la programación, en las cadenas que dependen del ente público. Para ello, Nasarre ha preparado un proyecto de creación de un puesto de "defensor de la audiencia". Ese proyecto será entregado hoy al resto de los consejeros.Nasarre opina que RTVE debe "tomar la delantera" en la polémica planteada acerca de los contenidos televisivos y designar a "una personalidad independiente" para que actúe - como interlocutor de oyentes y telespectadores. "Los resultados de su trabajo deberían ser emitidos y podrían convertirse en apasionantes programas de radio y televisión", afirma.

Nasarre considera que sus resoluciones no deberían ser ejecutivas, pese a lo cual "habría que designar una persona independiente y con suficiente autoridad moral, al estilo de los que ya existen en numerosos y prestigiosos medios de comunicación".