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Detenido el presunto asesino de El Marqués, que murió acribillado a balazos ante su casa

Jan Martínez Ahrens

Once tiros sin piedad. Robert Jan Nislad, holandés de unos 40 años, ha sido detenido por la Policía Judicial por su presunta implicación en el asesinato de Alfonso Jerez Cordero, alias El Marqués, acribillado a balazos en la puerta de su casa el pasado 6 de febrero. Nislad, que niega su culpabilidad, fue capturado, según fuentes cercanas a la investigación, el pasado jueves a la salida de una afamada marisquería gallega. La policía le relaciona con el narcotráfico internacional. La víctima, según esta hipótesis, cumplía una tarea específica en la organización: contratar teléfonos móviles con hombres de paja para evitar las escuchas judiciales. La esposa del fallecido ha reconocido en fotografía al detenido.

Alfonso Cordero, casado y con tres hijos, murió acribillado en el interior de un Citroén ZX negro, a 20 metros de su domicilio de la calle de Humanes (Vallecas). Ocupaba el asiento del conductor. El asesino no dejó margen para el error. Descargó 11 tiros a poca distancia. Siete dieron en el blanco. El Marqués, agujereado, cayó inclinado hacia delante. Los casquillos, del 9 Parabellum, se habían mezclado con los cristales de la luna lateral derecha. Era la 1.30 del lunes 6 de febrero en la colonia Jesús Divino Obrero. Entre el vecindario, alertado por la serie de disparos, cundió un fuerte olor a ajuste de cuentas.Así lo consideré desde el principio la policía, pese a que Alfonso Jerez Cordero carecía de antecedentes penales. Los agentes de Homicidios, con todo, iniciaron una investigación para conocer las actividades y el entorno del fallecido. Una de las hipótesis le relacionó con el tráfico de estupefacientes. Las pesquisas siguieron esta orientación.

La investigación, siempre según fuentes cercanas al juzgado, apunta a que el fallecido trabajaba supuestamente para una organización relacionada con el narcotráfico. Su tarea consistía en contratar teléfonos móviles a nombre de terceras personas libres de sospecha y no vinculadas directamente con la banda (hombres de paja).

Esta medida dificulta la intervención judicial y policial de las líneas. A cambio del uso de estos aparatos blindados, la supuesta organización paga dinero a los titulares.

El uso de personas sin antecedentes policiales para evitar las escuchas telefónicas es una técnica habitual de las bandas mafiosas iraníes. Una práctica que, en palabras de expertos policiales, ha sido adoptada también por las organizaciones suramericanas.

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Teléfono móvil

Con esta pista, los agentes, a tenor de las primeras versiones, llegaron hasta un supuesto cliente del fallecido. Se inició una estrecha vigilancia. El pasado jueves se vio a esta persona subir a un Seat Panda con dos hombres. Uno de ellos, trajeado, respondía al nombre de Robert Jan Nislad -identidad que figura en el pasaporte que se le requisó.

A la salida de un restaurante de lujo situado al final de la calle de Reina Mercedes fueron apresados. En poder de Nislad se descubrió un teléfono móvil. Las características físicas del holandés -complexión fuerte, cara redonda y 1,80 metros de estatura- coincidían con las facilitadas por la mujer del fallecido, quien le vio la noche del asesinato.

En sus declaraciones, Nislad ha negado rotundamente su participación. El sospechoso ha insistido en que en las fechas en que se cometió el homicidio, él se encontraba en Holanda, internado en un centro psiquiátrico. Pese a estos detalles, no ha facilitado su dirección en España, siempre a tenor de las primeras versiones.

Entre las pruebas aportadas por la policía figura básicamente la identificación fotográfica, que aún ha de ratificarse en rueda de reconocimiento, efectuada por la esposa de El Marqués. Esta mujer ha declarado que el día del crimen su marido recibió numerosas llamadas telefónicas de un hombre que luego se presentó en la vivienda. Llegó acompañado. Hablaron con El Marqués.

La entrevista, según las manifestaciones de la esposa, duró aproximadamente una hora. Una vez terminada, los dos visitantes y la víctima bajaron a la calle. El Marqués subió al ZX con uno de los visitantes -según la esposa, la misma persona que ha sido detenida bajo el nombre de Robert Nislad-. El tercer hombre se marchó en otro vehículo.

Poco después, 11 disparos tensaron el aire de Vallecas. Alfonso Jerez Cordero caía acribillado en el ZX. Cuando la mujer volvió a ver a su marido, sólo los casquillos le hacían compañía. "¿Qué voy a hacer ahora? ¿Qué voy a hacer ahora?", gritó. Los tres hijos del matrimonio fueron trasladados al domicilio de un familiar.

El Marqués era muy popular en la colonia de Jesús Divino Obrero. Según algunos vecinos, que desconocían su profesión, recibía numerosas visitas en su casa a horas intempestivas. En su declaración, siempre a tenor del relato de las fuentes judiciales, la esposa ha reconocido que Cordero se había introducido en una operación de narcotráfico.

El detenido, que permanece ingresado en la prisión de Carabanchel, está a disposición del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid. La investigación sobre la autoría del crimen y el supuesto entorno delictivo de los detenidos prosigue. Este periódico trató ayer sin éxito de recabar la versión de la mujer del fallecido.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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