Arte para el busto

En 1989, el diseñador Florentino Samuele Mazza, de 34 años, adquirió en una subasta de Cruz Roja una caja misteriosa cuyo contenido resultaron ser 2.000 sostenes de toda suerte. Uno de ellos, negro y blindado, pensado especialmente para mujeres guerreras, le animó a conservar algunos ejemplares y comenzar una curiosa colección que ha crecido hasta los 250 sujetadores que se exponen en Madrid. Se trata de una muestra que ha pasado por diferentes ciudades italianas, Londres, París y Marsella.Los hay tan artísticos como imposibles de ser la segunda piel de un busto cualquiera: el compuesto por dos cafeteras, otro de alambre de espinas, uno cuyas cazuelas son dos floridas macetas, dos tazas de café, un par de grifos, balas, cerraduras, dos arañas peludas, dos faros de coche, hasta una sección de sugerentes sostenes comestibles confeccionados con dulces y auténticas golosinas.

Al repasar el catálogo, Teresa Sapey y Paloma Gómez Marín, comisarias de la muestra, se detienen en el sujetador de la mujer con más pecho de Italia. "Ignoramos su talla, pero él solito ocupa una vitrina. Hay ejemplares perversos, agresivos, sadomasoquistas, y otros que son esculturas y representan la pura abstracción del concepto de sujetar", dice Teresa Sapey. "Un sostén no es una clase cualquiera de ropa interior. Hay diseños absolutamente aerodinámicos cuyas piezas han de estar perfectamente coordinadas", añade Paloma Gómez Marín.

Ese carácter arquitectónico de una prenda tan ligada al eterno femenino animó a la Fundación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) a organizar la exposición en colaboración con la inmobiliaria Sotogrande.

"En Italia", añade Teresa Sapey, "los arquitectos hemos roto con la idea que limita nuestro oficio a levantar edificios, casas y puentes. En España, a esta profesión le falta mucha magia, mucho humanisíno". Al compás del espíritu de esta muestra, también la polémica ha tomado la delantera.

De los 6.800 arquitectos colegiados en Madrid, son los profesionales mayores de 50 años el sector que la recibe con el entrecejo fruncido y la considera frívola y superficial. Luis del Rey, presidente de la Fundación COAM, explica,:

"Los arquitectos vamos entrando sin reparos en el mundo del dise ño, firmando incluso algunos de estos sujetadores, porque nuestra profesión no se limita a crear espacios, sino a mejorar el bienestar de quienes los utilizan. Sin negar su sentido erótico o fetichista, algunos sujetadores. son piezas de pura y alta tecnología".

Sotogrande y la Fundación COAM convocaron un certamen cuyo ganador ha sido Raúl Jiménez, arquitecto madrileño de 28 años. Su sujetador son dos peceras de cristal comunicadas.