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Los guardianes de la revolución iraníes reprimen a tiros protestas contra la subida de precios

, Las fuerzas de seguridad iraníes reprimieron ayer a sangre y fuego manifestaciones populares en la periferia de Teherán convocadas, para protestar contra la carestía de la vida y la subida de precios. Algunos testigos indicaron que la violenta actuación de las fuerzas antidisturbios de los pasdaran (guardianes de la revolución), que abrieron fuego contra los manifestan tes, causó numerosos muertos y heridos en Akbar Abad, en el cinturón obrero de la capital. Las autoridades guardan silencio y de momento no hay cifras de víctimas, dispersadas por los hospitales de la región.

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Varias horas después de producirse los disturbios, ambulancias y vehículos privados seguían evacuando heridos en Akbar Abad, al tiempo que cientos de pasdaran, fuertemente armados, patrullaban por las calles.El centro de Akbar Abad, totalmente desierto y cerrado al tráfico rodado, presentaba el aspecto de un campo de batalla: edificios oficiales y vehículos calcinados, cristales rotos, cascotes y restos de diversas procedencia estaban esparcidos por las calles en las que todos los centros comerciales bajaron sus puertas metálicas.

Los habitantes de AKbar Abad se encontraban en estado de choque después de los graves incidentes. "Lo que acaba de producirse es una. auténtica revolución", coincidían varios jóvenes, mientras que otros hablaban de un "segundo Qazvin".

En agosto de 1994, seis personas resultaron muertas y varias decenas heridas en los disturbios que tuvieron lugar en la localidad de Qazvin, 150 kilómetros al oeste de la capital. Los de ayer son los enfrentamientos más graves que se producen a las puertas de Teherán desde la revolución islámica de 1979.

AKbar Abad, a una treintena de kilómetros al suroeste de Teherán, es una antigua localidad reconvertida en ciudad dormitorio de la capital iraní a raíz del éxodo rural que los últimos años ha provocado el desplazamiento de millones de campesinos hacia las grandes ciudades iraníes.

La mayoría de estas localilades padecen un alto índice de desempleo y delincuencia, relacionado sobre todo con el tráfico de drogas entre la juventud desocupada que constituye la mayoría de la población. Los disturbios estallaron al amanecer cuando centenares de manifestantes se concentraron para protestar contra el aumento de precios del transporte público decretado el lunes. Muchos habitantes de la zona subrayaban que dicha subida sólo que "la gota que desbordó el caso". "La vida cotidiana se ha techo muy difícil con la crisis económica, los precios no paran de subir, es difícil encontrar trabajo, la gente aquí es pobre, ya no pueden más", explicó un presidente de Akbar Abad, que pidió mantener el anonimato.

Gases desde helicópteros

Los incidentes se reprodujeron en otros puntos de Irán. En Islamshahr, a unos 20 kilómetros al suroeste de Teherán, los enfurecidos manifestantes incendiaron varios edificios gubernamentales, vehículos oficiales y una estación de gasolina, según informa Sharif Imam-Joeh de la agencia Reuter. Helipteros de la policía lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes que avanzaban por las calles y atacaban oficinas bancarias y establecimientos comerciales, según testigos presenciales. Un médico de un centro sanitario declaró que numerosos heridos habían sido ingresados en el hospital, pero rehusó dar cifra alguna. Poco después del mediodía la policía había dispersado a la mayoría le los manifestantes y restablecido el orden. A primera hora de la mañana, los manifestantes procedentes de barrios vecinos se habían concentrado en Islamshahr que traducido literalmente significa Ciudad del Islam) para exigir un suministro de agua notable en mejores condicioes. La manifestación se convirtió rápidamente en una protesta de amplias dimensiones contra las restricciones económicas que padece la población. Mujeres y hombres desfilaron por las calles gritando consignas contra el Gobierno y la subida de precios.

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