La sala Canciller rechaza al concejal de la junta por su actitud "persecutoria e interesada"

El litigio, entre el Ayuntamiento y la sala Canciller tiene un nuevo capítulo: los dueños del local, cerrado a principios de mes por el Ayuntamiento -abierto en la prác tica-, rechazan al concejal de la junta de distrito de Ciudad Lineal, Jorge Barbadillo, por su actitud "persecutoria e interesada". Al proceso se suman ahora unos nuevos vecinos en Alcalde López Casero, 15: cinco minicines que abrirán el próximo día 7. Según el dueño del Canciller, el edil llegó a un acuerdo con los propietarios al concederle la licencia de los minicines, lo que afecta negativamente a la sala.

La sala Canciller fue durante 12 años el templo de los seguidores de grupos como Iron Maiden, Asfalto o Barricada: Los últimos 18 meses los pasó cerrada a cal y canto por orden municipal y con un muro tapiando su entrada... hasta que una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ordenó, en mayo de 1994, volverla a abrir. El tribunal ordenó ejecutar el fallo el mes de enero pasado.El concejal de la Junta de Ciudad Lineal, Jorge Barbadillo, ordenó la apertura de la sala el pasado 10 de febrero, pero apenas esperó una semana para inspeccionar un local que él considera peligroso: el 16 de febrero los inspectores visitaron la sala. En un escrito enviado a los dueños de la sala, hizo la siguiente lista de peros: se han ampliado enseres tales como una máquina de hielo, máquinas de juego e instalación de sonido; se ha cambiado la distribución de la sala de tal manera que no consta en los papeles; el aire acondicionado produce demasiado ruido y la sala está insuficientemente aislada de las viviendas.

Cinco nuevos cines

Barbadillo también destacó problemas de seguridad antiincendios, tales como desniveles salvados por menos de tres escalones y falta de una salida opuesta a la principal y una altura de evacuación superior a cuatro metros (la sala tiene una profundidad cercana a los ocho metros). Los dos primeros problemas no son de cumplimiento obligatorio para la sala, ya que su licencia data de 1979, cuando aún no estaba vigente la ordenanza antiincendios actual.

Con todos estos problemas, la junta, en un escrito del 21, concedía diez días para recurrir. Y anunciaba el día 6 de marzo como la jornada en que se iba a clausurar la sala. El día 4, según los dueños de la sala Canciller, se envió un escrito detallado sobre la situación del local. El concejal "sin conocer y examinar las alegaciones presentadas, procedió a ejecutar el cierre", según explica Sócrates Pérez Rodríguez en su escrito de recusación.

En este escenario aparece un nuevo actor: Enrique González Macho, dueño de los cines Renoir y promotor de los nuevos cines Canciller, cinco salas que se inauguran para el público el día 7 y que están sobre la sala de conciertos. "Yo no conozco a los dueños de la sala y no sé si hay problemas de ruido en los cines. Si los hay, protestaré", asegura González Macho.

Pero Sócrates Pérez considera que estos cines perjudican a la Canciller. "Nosotros estábamos antes. Si hay ruido, tendrán que evitarlo y aislarse ellos". Premisa que no comparte el promotor de los cines: "Es en el origen del ruido donde hay que actuar".

Los vecinos por su parte, se quejan, más que del ruido de la discoteca- "que apenas se oye en el portal", comentaba ayer uno de ellos-, de los jóvenes que acuden a la Canciller los fines de semana. "Hacen mucho ruido al salir". "Tienes que entrar en el portal pidiendo permiso protestaba otra vecina, o peor es lo que vienen esos con las botas militares, las cazadoras de cuero, el pelo a lo punki y las litronas".

El concejal de Ciudad Lineal, Jorge Barbadillo, reconoce que ha recibido en alguna ocasión a los propietarios del local (que viven en Barcelona), a vecinos y al promotor de los minicines, Enrique González Macho, pero también a los representantes y abogados de la empresa Barrabás, que explota la sala Canciller, informa Lara Otero. Barbadillo, a quien los dueños de la discoteca han recusado porque consideran que tiene interés personal en el cierre del local, asegura que el alcalde, José María Álvarez del Manzano, ya ha rechazado la recusación. Este punto es contestado por los dueños de Canciller: "No hemos recibido contestación del escrito fechado el 17 de marzo y el alcalde tenía tres días para hacerlo".

"Si creen que tengo algún acuerdo con alguien o que he cometido alguna ilegalidad, que vayan a los tribunales", dice. "El pasado día 6 ordené la clausura porque los informes de las inspecciones señalan que la discoteca sigue incumpliendo la normativa de incendios, la de industria y la de ruidos", afirma. "Estamos a la espera de que haya una orden judicial para clausurar", añade.