20 años de cárcel para un promotor de boxeo de Barcelona por asesinato frustrado
Las diferencias en la forma de organizar veladas de boxeo fueron el detonante del asesinato frustrado de José Julián del Valle González, ex presidente de la Federación.Catalana de Boxeo. Un promotor de este deporte en Barcelona, Antonio Tejeda Blázquez, no compartía las directrices del presidente de la federación y ordenó que le mataran. Ocurrió el 4 de octubre de 1986 y Del Valle fue atacado por dos hombres que le propinaron ocho cuchilladas que le dejaron malherido. Uno de los autores materiales, Antonio Gallardo Cruz, ya fue condenado a 24 años de cárcel. Ayer, la Audiencia de Barcelona impuso 20 años de prisión al promotor Tejeda por considerarle el inductor del asesinato frustrado.Durante el juicio, Tejeda admitió que "estaba cabreado" con el presidente de la federación y que en una ocasión comentó que tenía ganas de darle un escarmiento. Las principales diferencias de criterio estribaban en que la víctima quería promocionar la modalidad de aficionados en este deporte mientras que Tejeda no dudaba en falsificar documentación de los púgiles para organizar las veladas.
La sentencia explica que el acusado contrató a dos sicarios para realizar el trabajo y que organizó una cena para que identificasen a la víctima. "El 25 de septiembre de 1986, con la excusa de tratar algún tema relacionado con las veladas de boxeo, Tejeda invitó a José Julián del Valle a una cena en un restaurante y a su llegada le abrazó de forma extrañamente ostentosa y efusiva, a la vez que le invitaba a sentarse precisamente a su diestra, todo ello con objeto de que quien había recibido el encargo de acabar con su vida, adquiriera pleno conocimiento de la personalidad de la víctima", explica la sentencia.
Los dos sicarios vigilaron a su víctima varios días cerca de su domicilio y le asaltaron en la calle el 4 de octubre. Al día siguiente, los ejecutores se reunieron con Tejeda y los tres huyeron a Francia. Posteriormente, Tejeda huyó a Brasil y no regresó hasta 1994 mediante un proceso de extradición.
Certeza de pacto
"Hay certeza absoluta de que hubo pacto", dice la sentencia en relación con el encargo dado por Tejeda a los ejecutores. Los jueces consideran que existió una contraprestación económica basada en el objetivo de acabar con la vida de la víctima. La sentencia se apoya, en parte, en la declaración de un testigo que admitió que el segundo ejecutor -en situación de rebeldía actualmente- le había dicho "que había apuñalado al señor del Valle por orden de Tejeda".
Otra de las cosas que valora el tribunal como signo de que la intención y la orden eran de matar es el tipo de armas utilizadas -dos navajas- y que las ocho puñaladas se produjeron en la región torácica. De hecho, la víctima logró sobrevivir porque fue intervenida de urgencia y el hospital estaba muy cerca.
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