El partido socialista advierte que las diferencias entre comunidades no deben crear desigualdades
Los socialistas basarán su campaña electoral autonómica en la supuesta diferencia que les separa del Partido Popular: "Cómo y en qué se va a gastar el presupuesto". "El PSOE se basará en la solidaridad y en la eficacia". Así figura en el Manifiesto Electoral Autonómico que hoy estudia la ejecutiva federal de este partido y en el que se excluye cualquier crítica directa a otros partidos; tan sólo se expresan buenas palabras e intenciones para gobernar las comunidades autónomas. "El hecho diferencial no implica desigualdad", advierte el partido que lidera Felipe González.En el escrito se recuerda la evolución de las comunidades autónomas y se significa la importancia que adquieren individualmente con el proceso de transferencias en marcha. "En 1995 está en juego quién y con qué orientación va a gobernar en unas comunidades autónomas que, por el volumen de transferencias recibidas, recursos presupuestarios y competencia, son centros de poder político de primer orden".
La idea de igualdad se repite en las páginas. "El reconocimiento de los hechos diferenciales no debe entenderse como desigualdad entre las comunidades. El hecho diferencial justifica -continúa- ciertas diferencias competenciales, pero en modo alguno la quiebra de la igualdad básica entre todas ellas en el ejercicio del derecho a la autonomía".
A proclamar el "principio de cooperación" entre todas las Administraciones se dedican tres páginas. Los socialistas afirman que ellos la han practicado. "Las ventajas de la cooperación las hemos podido ver en las comunidades autónomas en las que gobernamos los socialistas, que siempre hemos buscado y obtenido el apoyo solidario del Gobierno de la nación".Gastar y recaudar
La corresponsabilidad fiscal se aborda sin dar soluciones cerradas, aunque se apunta una tendencia: "Se trata de hacer coincidir la facultad de gastar con la responsabilidad de pedir a los ciudadanos los tributos con que atender los gastos, sin aumentar la presión fiscal. Ésta es la corresponsabilidad fiscal".En este texto se ve la mano del Gobierno central en la queja que transmite de que siempre quedan como el malo al ser quien recibe los impuestos, en tanto que los gobiernos autónomos sólo aparecen para lo bueno, es decir, para presentar determinada gestión.
Las tres últimas páginas adquieren tintes absolutamente electoralistas. "Hay que elegir bien", dice el epígrafe que las encabeza. "Si hasta hace algunos años muchas cuestiones se decidían todavía por el Estado, ahora las grandes decisiones y aquéllas que nos afectan de forma más directa y cotidiana hay que tomarlas desde y en nuestra región. Ahí irán apareciendo también las diferencias entre un Gobierno socialista y otro conservador".
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