¿El mejor momento para comprar un ordenador? Cuando lo necesite
Pregunta: ¿Prevé que llegará un momento en que alguien pueda comprar un ordenador y no tener que preocuparse por actualizarlo a los seis meses? (Mauricio López, de México; George McLaren, de Estados Unidos, y otros.)Cuando compre un ordenador personal, debe pensar en sacarle mucho provecho durante al menos tres años. De hecho, hay personas que utilizan el mismo ordenador personal durante seis u ocho años porque hace todo lo que quieren que haga.
Por otro lado, si quiere tener el aparato más a la última del vecindario, cualquier ordenador que compre parecerá anticuado al año de comprarlo. Si lo que quiere es que las cabezas se vuelvan cuando mencione qué ordenador tiene, se meterá en una historia sin fin, porque los ordenadores seguirán evolucionando con rapidez. Cada año que pase, podrá conseguir algo más por el mismo dinero (más velocidad, más memoria, más disco duro). Más capacidad. Por mi parte, no actualizo mi ordenador cada año, y probablemente usted tampoco necesita hacerlo.
Pasados unos tres años, el usuario típico de un ordenador personal piensa en instalar más memoria, añadir una nueva tarjeta de algún tipo, e incluso comprarse un nuevo aparato. Es lógico actualizar el equipo a los 30 ó 36 meses para poder benficiarse de los últimos programas informáticos.
A veces se critica a las empresas de software por diseñar programas que funcionan mejor en aparatos más recientes y potentes. Pero casi tiene que ser así, porque los avances en los equipos informáticos permiten a las firmas de programas hacer productos más fáciles de usar en relación con lo que hacen.
El momento de comprar un ordenador es cuando esté listo para empezar a utilizarlo. Si se lo compra medio año antes de que comience de verdad j usarlo, malgastará dinero, porque los ordenadores serán más baratos y mejores seis meses después. Por otro lado, si se demora en comprar un ordenador que necesita esperando conseguirlo a mejor precio, pierde la productividad que el ordenador podría haberle proporcionado.
No debe esperar sacar mucho dinero por un ordenador de cuatro años, pero podría darlo a alguna asociación benéfica o a algún colegio. Puede que el ordenador que done no satisfaga ya sus necesidades personales, pero puede parecer asombroso a otra persona.
Pregunta: ¿Tiene secretaria/o? Muchos ejecutivos de categoría media y baja escriben sus propias cartas, informes y correo electrónico. Utilizan los programas para organizarse personalmente, en vez de confiar en secretarias/os. ¿Es buena la autosuficiencia para los altos ejecutivos? (Sin Chuek Ming Desmond, de Hong Kong.)
No tengo "secretaria/ o" en el sentido convencional del término. Todo mi correo electrónico me llega directamente y soy yo quien lo responde. Escribo todos mis informes y cartas. De hecho, escribo muchas más palabras que el auxiliar administrativo que se sienta en la antesala de mi despacho.
Mi ayudante me ayuda a tomar decisiones, me localiza cuando asuntos urgentes exigen mi atención y se ocupa de varios detalles, sobre todo cuando no estoy en la oficina. Soy una de las pocas personas de Microsoft que tiene ayudante. La proporción entre profesionales y auxiliares administrativos es de 15 a 1. Las herramientas de información permiten a los directivos atender sus propias necesidades.
Pregunta: ¿Sigue programando? ¿Cuánto aporta usted a los programas finales? (Luis Fernando García, de México; Paige L. Jensen, de Estados Unidos, y otros.)
Aunque hice mucha programación en los primeros días de Microsoft, en los últimos diez años sólo he escrito códigos para entretenerme y para mantenerme al día del desarrollo técnico. El último producto de Microsoft que contenía una parte considerable de programación mía fue un programa incorporado para un ordenador portátil que pasó a la historia hace ya mucho y que fue comercializado en 1984 como Radio Shack Model 100, Olivetti M-10 y NEC PC-8200.
Ese programa, aparte de ser mi último proyecto en programación, fue uno de los logros de los que más orgulloso me siento. Tuve que comprimir un, procesador de textos, un programa de comunicaciones telefónicas y una versión del lenguaje de programación BASIC en una pequeña cantidad de memoria. (El programa se almacenaba en un solo chip de memoria ROM de 24K.) Me encantó aquel tipo de reto.
A veces envidio a la gente que aún tiene que programar. Después de que dejara de programar para Microsoft, en las reuniones solía decir medio en broma:Puede que este fin de semana vaya y escriba yo mismo el programa". No decía más que lo que pensaba.
En estos días paso más de la mitad de mi tiempo ocupado en el desarrollo de productos, que es la parte más placentera de mi trabajo. Hago sugerencias y reviso las especificaciones de los productos y opino sobre los principales proyectos y, a veces, sobre los códigos utilizados en esos proyectos al menos una vez cada tres meses.
El sistema de correo electrónico de Microsoft me permite mantenerme al tanto semanalmente de los principales proyectos. Los equipos que los desarrollan saben que estoy profundamente interesado. Les doy muchas ideas y soy muy franco en mis críticas, así como también en mis elogios.
Echo de menos la programación, pero te lleva mucho tiempo
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